La mezquindad es como los geranios que florecen todo el año. Ambos solo necesitan en nuestro suelo luz dura, la pública, para dejarse ver.
Lo prueba el increíble debate por el llamado a James y Falcao a unas jornaditas de entrenamiento de la selección. No fue sino conocer la lista de convocados para que saltaran espíritus ruines que antaño y aún hoy, por lo que parece, viven y comen de hablar y escribir acerca de los estelares del fútbol colombiano que, sin jugar, marcan diferencia con el resto. Como si se nos fuera la vida en estos jueguitos mediocres pactados por la también mezquina y peor dirigencia del balompié en toda su historia. Si para algo sirvieran esos partidos de trámite sería para acoger, recuperar y agradecer a lo mejorcito que hemos tenido y guardar la esperanza de que sigan.
Igualmente mezquina es la pretensión de incrementar el presupuesto para la guerra, según piden algunos empecinados en la eliminación de los otros como única alternativa, en vez de invertir recursos en la resocialización, rehabilitación y reconciliación para que futuras generaciones puedan saber lo que es vivir en paz.
Mezquino fue oponerse, por físico desquite, a que el exministro Ruiz aspirara a la dirección de la Organización Panamericana de la Salud, como lo sería meter en el mismo costal de las negociaciones a las disidencias que ya defraudaron la confianza depositada en un proceso de paz.
Mezquino es hacer pasar los primeros 30 días como si fueran 100, como trataron de hacerlo un exfiscal de mala recordación y un candidato fracasado, para poner en tela de juicio el programa de gobierno actual.
Mezquino es el matoneo digital por rencor, envidia o porque sí, como pasó con la esposa de Daniel Samper Ospina, que nos pone a la puerta de la degradación; así lo prueban los 32 linchamientos físicos en lo que va corrido del año.
La misma cizaña de los cangrejos dentro de un balde que no necesita tapa porque cuando uno trata de salir, la mezquindad de los que están abajo florece como los geranios, para que no salga.
@marioemorales y www.mariomorales.info
