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El país de las maravillas

Del oportunismo y otros “shows”

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Mario Morales
08 de septiembre de 2021 - 05:30 a. m.
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Parafraseando a Maquiavelo, habría que decir que el ser humano, sobre todo si es colombiano, es oportunista por naturaleza. Ese es el germen que irradia todos nuestros antivalores. Transporta los genes del egoísmo, del interés personal, haciéndolos ver como necesarios, inevitables e incluso loables, si, dejados de lado los medios, se glorifican los fines.

Por eso no hay mejor retrato de lo que somos, de lo que nos representa, que esa imagen del gran colombiano reunido con Epa Colombia. No hizo falta un himno o un escudo. Es el resumen de la historia reciente, del presente que a nosotros nos dijeron. De la Colombia “profunda”. El país de la papaya o de la empanada.

Por un lado, está el politiquero avezado, hábil en leer las circunstancias. Sofista por definición. Camaleón del trópico que no tiene pudor para extraer de los demás su instante de visibilidad, su minuto de fama. Populismo vampiro.

Y por el otro lado, el arribismo clásico que tanto nos molesta, como decimos de dientes hacia fuera, pero en el que nos sentimos reconocidos, expertos como somos en el atajo, en el ventajismo, disfrazado de éxito o superación, claro, si se logra coronar, que es el filtro que borra pasados inconfesables. Los trepadores que fracasan son doblemente abominados.

Los dos portan ese tinte indeleble de intrusos y de advenedizos que llegaron para enrocar e imponer una nueva ética. Aquel, desde la imagen construida de patrón de provincia. Ella, del submundo social, sin Dios ni ley. El todo vale.

Han ido aprendiendo que, contrario o complementario a lo que ha dicho Lipovetsky —el filósofo francés—, los rieles que mueven el mundo actual, objeto de la seducción, son el disgusto y la emoción. Nada que enamore más que los desplantes, el insulto velado, la incoherencia en medio de esa vanidad suprema que asiste a los pretendidos líderes de opinión, que los hace creerse en un pedestal, pero sobre todo los hace sentirse por encima del bien y del mal. Su reino por un show.

www.mariomorales.info y @marioemorales

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Jorge(66737)09 de septiembre de 2021 - 12:06 a. m.
¡ASCO Y VERGÜENZA! es lo que produce Uribe. Colombia debería ignorar y olvidarse de este sujeto subjudice, así muera impune; pero algunos dicen que es imposible ante el daño que continúa ocasionando y con el mal ejemplo que le da a la sociedad y en especial a nuestra juventud.
Julio(87145)08 de septiembre de 2021 - 11:31 p. m.
En efecto, una imagen asqueante. La representación perversa de la vulgaridad.
juan(9371)08 de septiembre de 2021 - 09:52 p. m.
El otoño del patriarca manchado de sangre.
Magdalena(45338)08 de septiembre de 2021 - 09:23 p. m.
Que análisis tan inequívoco que hace de estos dos personajes.Perfecto
Alberto(3788)08 de septiembre de 2021 - 09:15 p. m.
Magnífica.
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