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El país de las maravillas

Desbocados

Mario Morales
07 de diciembre de 2022 - 05:00 a. m.

Pedagogía que no se nota no es pedagogía. Sanciones que no se notan no son sanciones. Por falta de una y de las otras, los actores más agresivos y más irresponsables de la movilidad, los motociclistas, se tomaron las vías, la prioridad en su uso y también los titulares de la crónica roja a la hora de los siniestros y las víctimas. Lo peor es que se están llevando vida, salud y bienes de los que alguna vez, pero ya no, fueron sus semejantes.

Lo visto este fin de semana en carreteras cundinamarquesas, donde un criminal juega con la vida de otras personas y la suya propia, no es la excepción y tampoco corresponde a la equivocada etiqueta de “accidentalidad” ni de siniestralidad. Cabe, sin ambages, en el ámbito de atentados.

Sí, hay que repetirlo con sus letras. Los motociclistas se les salieron de las manos a las autoridades y, conscientes del temor que causan, luego de los bloqueos a manera de chantaje por la restricción para transportar acompañantes en ciertos horarios, hoy vociferan, amenazan y presionan en busca de prebendas, como las originadas alrededor del Soat, cuando allí deberían apretarles el cinturón, sin miramientos, si de verdad la vida y el bienestar importan.

Tienen demasiados privilegios que parecen pertinentes a luz de brechas sociales, pero que no han sido correspondidos con el respeto a las normas, la decencia y los derechos de los demás.

Que los hay prudentes, dirán algunos, pero en la ley de la selva en que convirtieron las vías, son cada vez menos los que ignoran el consejo de cambiar sin escrúpulos del manejo defensivo al ofensivo.

Es, como lo dice la administración distrital, un problema de salud pública. No obstante, los frentes para abocarlo no parecen robustos ni suficientes ni eficientes.

A los pálidos intentos en pedagogía y sanciones ya mencionados se suman las carencias en términos de control y de señalización, cuando no contradictorias y faltas de planeación. Los gobernantes tienen que perder el miedo a ciertos gremios, so pena de convertirlos en mafias ante la mirada aterrada e impotente de los demás ciudadanos.

@marioemorales y www.mariomorales.info

 

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