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No dejó de causar cierto escalofrío el reciente conciliábulo de desocupados expresidentes y dueños de partidos, así en las fotos parecieran más asustados que sus observadores, no solo por la fecha escogida, que tantas supersticiones origina, sino por las invocaciones que hicieron a personajes del ultramundo de derechas o del más atrás en la historia que ellos mismos quieren cambiar a punta de mentiras y exageraciones para no quedar delatados.
Pero los rezos hicieron efecto. El temor natural a este tipo de pandemónium dio paso a la risa y luego a la lástima. Primero por los disfraces y los maquillajes, evidentemente improvisados, y luego por los rituales adelantados como ese punto inicial de hablar sobre cómo erradicar la pobreza, como si se tratara de un conjuro tras los inveterados fracasos de los presentes o de sus médiums que resumen tres décadas de retrocesos.
Más decepcionante aún fue el conjuro ese de que para lograrlo ¡hace falta solucionar primero los problemas del país! ¿En serio? Si de ese talante son las revelaciones del libro que lanzó recientemente uno de ellos, es posible que de veras estemos cerca del fin del mundo.
Entre los entretelones y telarañas de esa y otras cuchipandas programadas han quedado claras las mismas pócimas, a manera de voces de orden, que han promovido en sus últimas encarnaciones: el antipetrismo, el castrochavocomunismo, el amor narciso al país como si el país fueran sus prebendas y privilegios, y, como en todo aquelarre que se precie de serlo, la profesión de unidad como solo la pudo representar Shakespeare con las tres hermanas raras de Macbeth, incluyendo su desenlace.
Etiquetas todas que se pierden en el túnel de los tiempos en medio de sus contradicciones como esa de que quienes estén en esa batahola han de tener una ética probada y conocida. Un sortilegio a manera de filtro que pondría en riesgo nuevas camarillas por física sustracción de materia.
Tercamente siguen trabajando para el adversario en la misma proporción que se ha incrementado el consumo de inciensos, sahumerios y otros baños de limpieza…
http://mariomorales.co y @marioemorales
