La ciclotimia nacional no es apta para tercos ni cuadriculados. No terminaba de celebrar la oposición mezquina las disparatadas medidas del gobierno estadounidense en contra del entorno presidencial, cuando casi tres millones de votos, incluidos no marcados y nulos, en la consulta del Pacto Histórico les aguaron la fiesta.
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De sus proverbialmente descachados pronósticos de un presidente condenado al ostracismo, pasaron, sin anestesia, al estado de tensión por esos resultados que superaron ampliamente al más pesimista de sus observadores. Ocupados en ocultar y tergiversar el veredicto en las urnas, recurrieron hasta a la descalificación de los influenciadores, olvidando que hace siete años ellos fueron los importadores directos del modelo, eso sí, mezclado entonces con discursos de odio, mentira y rabia.
En el colmo de la incoherencia se fueron lanza en ristre contra creadores de contenido llegados a la política, señalándolos de superficiales, inexpertos y oportunistas. Como si hubiese diferencia en fundamentación conceptual entre ellos y, digamos, Peñalosa, Galán, Cárdenas, Pinzón o Paloma Valencia, para mencionar solo algunos…
Esa consulta, como los resultados en Argentina, muestran que los desesperados ciudadanos buscan con el voto dos cosas que pueden ser una misma: el diferencial en relación con discursos trasnochados, repetidos y oxidados, y la posibilidad de una esperanza, incluso rayana en el delirio, como la de Milei, con tal de, por lo menos, hacer soñar con salir del lodazal.
Más allá de lo que pase en la interconsulta, el crecimiento exponencial de Iván Cepeda en 65 días se explica por su sobriedad y parquedad frente a la multiplicación de porristas, saltimbanquis y diletantes que tantas desilusiones han suscitado. Y porque, a pesar de los pobres resultados del gobierno, la esperanza de un cambio real en este país inequitativo, corrupto e injusto, sigue intacta para quienes lo padecen día a día.
Cuando los outsiders son la norma, y las piruetas y excentricidades, la costumbre, la discreción y la ecuanimidad pueden hacer la diferencia. Así de saturados estamos…
http://mariomorales.co y @marioemorales