Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Excluyentes por naturaleza

Mario Morales

29 de julio de 2020 - 12:00 a. m.

Estamos entrenados. Desde que nacemos, entendemos que parte de nuestra idiosincrasia es llevar la contraria. No importa el grado de convicción o coherencia en aquello que debatimos; lo importante, en medio de negaciones, pataletas y sinrazones inverosímiles, es hacerse notar, poner la nota discordante, sembrar cizaña e irse a arar discordias en otro campo.

PUBLICIDAD

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

Esa habilidad explica la explosión de practicantes del oficio de la iracundia, del insulto, de levantar ampolla o de matar el tiempo sacando de casillas a los más ingenuos que acaso sean los únicos fanáticos.

Sus practicantes aficionados hacen los primeros pinitos en casa, el vecindario y redes sociales. Sacan la piedra y se van a jugar como si nada. Cuando crecen, algunos se ahogan en sus propios venenos; otros se convierten en robin hoods de peleas perdidas; unos más se disfrazan de columnistas u opinadores para sacar provecho —sí, porque este debe ser el único lugar donde el escarnio produce dinero, puestos o contratos—, y la mayoría, auténtica rama profesional de la provocación y del engaño, se dedica a la política.

Ejemplos de los despropósitos de unos y otros los vemos todos los días en discusiones bizantinas y tan efímeras como sus argumentos. ¿De veras es materia de debate recibir ayuda de médicos cubanos, o de donde sea, en situaciones extremas como la que vivimos? ¿Alguien se opone a la urgencia de mejorar las condiciones laborales de los médicos colombianos? ¿Se debe siquiera discutir que alguien deba callar sus creencias para que se impongan los que tienen otras? ¿Y del mismo modo todo lo contrario? ¿Debe ser ley el derecho a no tener hambre, a no morirse o a no enfermarse, como ahora se propone?

Sí, somos excluyentes por naturaleza, como lo saben quienes ensayan la pose de machitos, odiadores, pulquérrimos, influenciadores o líderes.

Los demás, embebidos en esos berenjenales inocuos, ni nos damos cuenta de que los verdaderos asuntos de debate hace tiempo dejaron de serlo, de que los extremos los habitan las masas, mientras “ellos” en el centro entendieron que es mejor compartir prebendas y beneficios que pelearse por ellos.

Read more!

www.mariomorales.info y @marioemorales

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.