Da escalofrío escuchar lo dicho por el valiente ex minComercio, Luis Carlos Reyes, ante la Corte Suprema. Eso de que en las comisiones económicas del Legislativo los congresistas de los cupos indicativos son los mismos del contrabando y que, además, son los protagonistas de la estrategia chantajista en su relación con el gobierno, concita todos los adjetivos y todos los epítetos que caben en el amplísimo diccionario de la corrupción en nuestro país. El escalofrío se transforma en indignación si es verdad que en esas andaban más de 30 congresistas.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Las presiones indebidas para imponer funcionarios en aduanas y puertos, como lo publicó este diario, no solo buscan evadir tributos, con intereses particulares que ayudarían a solucionar en parte el déficit fiscal; además, amenazaron con atravesársele a una reforma tributaria, el recurso –improcedente e inoportuno, dicho sea de paso– que planteó el gobierno para recaudar más dineros.
Una recomendación de un funcionario público o de un contratista, normalizada en tiempos de influencias, se pervierte si el fin es la intención de cometer un delito. Y, peor aún, si se comprueba que esas fueron las causas para reducir el presupuesto de la DIAN para trasladarlo a la UNGRD, investigada por la Fiscalía por la presunta mermelada o cupos indicativos al Congreso. Es decir, todo mal.
Antes que con las reformas parciales o consultas contrahechas que tanto escozor siguen causando, los ciudadanos nos hubiésemos conformados con dos cosas: el cambio en la forma de hacer política, con lo cual la mezquina oposición se hubiese quedado sin perifoneo, y el manejo de las relaciones con el ineficiente, perezoso y desconectado Congreso que sigue diciendo que trabaja e, impunemente, ni siquiera acepta bajarse su injusto salario.
Si en algo se puede medir el rótulo de fracaso que sigue bordando día tras día la gestión de este gobierno es en su incapacidad de hacer política de otra manera y en cambiar a cualquier costo con clientelismos, mermeladas y otras formas refinadas de corrupción. Con eso nos hubiésemos conformado…
@marioemorales