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Antes del 22 está el 21, diría Perogrullo. Y el año que viene será la piedra de toque que corrobore el viraje, que ya se presiente en Occidente, de esa derecha mentirosa y sin escrúpulos, que marcó la segunda década del siglo, hacia formas de gobierno que reivindiquen valores democráticos.
La salida por la puerta de atrás de Trump, con sus patadas de ahogado así las disfrace de demandas; la presunta enfermedad de Putin y el eventual abandono del cargo, y el desgaste evidente de sus malos imitadores en Brasil y Colombia hacen vislumbrar el cierre de un periplo y la apertura a un nuevo ciclo de decencia en la forma de hacer política.
Lo sucedido en Estados Unidos demuestra que es factible contrarrestar el efecto nocivo de la posverdad y la desinformación, y devolverles a los ciudadanos la posibilidad real de decidir más allá de estrategias torcidas, condicionamientos emocionales y reacciones por simple rabia o indignación.
Aunque haya quienes todavía insistan en el efecto de la manipulación sistemática vía redes sociales en los resultados de algunos estados como Florida —la etiqueta del tal castrochavismo o la presunta amenaza del socialismo—, están perdiendo su fuerza en la dirección que buscaban, no obstante su propagación viral, al tiempo que suscitan la reacción contraria en la medida en que los ciudadanos descubren que han sido engañados, como lo documentan encuestas y estudios recientes.
Si para algo está sirviendo la política-espectáculo es para despertar, avivar y mover a la acción a quienes, especialmente jóvenes, preferían ver los toros desde la barrera y hoy aborrecen manifiestamente las prácticas desleales que importó el uribismo, así ahora quiera esconder la mano, como suele hacerlo.
La llegada de la dupla Biden-Harris será un mentís permanente para quienes aquí pregonan o aún creen a pies juntillas en fantasmas y zombis. Y un aviso para quienes suponen que quedarán impunes acciones como la desinstitucionalización de la justicia, los nombramientos en la Comisión de Acusaciones o la injerencia descarada en la elección estadounidense. Ojo con el 2021.
@marioemorales y www.mariomorales.info
