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El país de las maravillas

Pobre Bogotá

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Mario Morales
26 de julio de 2023 - 02:05 a. m.
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Puede ser esta la mejor o la peor campaña a la Alcaldía de Bogotá, dependiendo desde dónde la miremos.

Y es que no había habido en los tiempos recientes una baraja tan desangelada, por decir lo menos, de candidatos al segundo cargo más importante del país, a despecho de lo que diga el fiscal Barbosa. Esa debe ser la primera razón, que pesa como una maldición. Que entre los nueve posibles, o los seis que tienen alguna opción, o los cuatro que encabezan las encuestas tempraneras, no se presiente, no se ve un perfil de un gerente que tenga como primera opción en su vida pública sacar a la ciudad del atolladero en el que está sumida. Incluido el candidato yuppie, construido mediáticamente y que está en liza por esas cosas de la vida, los aspirantes más serios —y quizás ese no sea el adjetivo más adecuado— no ven la Alcaldía como un fin, sino como un trampolín a la Presidencia, que pone, como siempre en ese cálculo electoral, las decisiones más sensibles, urgentes y, por tanto, impopulares.

La segunda tiene que ver con el nivel y la pertinencia de la preparación de los candidatos a juzgar por las hojas de vida, la falta de experiencia, y las propuestas manidas e ineficientes, cuando no efectistas, como esa de las cárceles al estilo Bukele para atender una de las necesidades más apremiantes de la ciudadanía desamparada: la inseguridad.

La tercera, por el grado de subrepresentación supeditado a la recolección de firmas en esa idea, peregrina al inicio pero que ya está enraizada, de querer mostrar independencia cuando los electores ya saben por dónde va el agua al molino.

La cuarta, por la evidente falta de carismas y talantes que poco o nada tienen que ver con el histrionismo o la tentación del ridículo como forma de visibilidad.

Pero quizás esa llegue a ser la mejor virtud de la campaña: son tan fríos los candidatos que no producen polémica ni polarización entre los futuros votantes, más allá del metro en cualquiera de sus modalidades, esa innoble frustración que nos refriegan en la cara todos los días.

Pobre Bogotá. A ese paso, los pretendidos presidenciables van a tener que esperar a ser ternados para la Fiscalía, porque la Alcaldía se volvió un quemadero.

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Juliana(94626)26 de julio de 2023 - 11:45 p. m.
De acuerdo. El panorama es desesperanzador. Se me ocurre el voto en blanco como única opción.
Alberto(3788)26 de julio de 2023 - 10:10 p. m.
Sí, Pobre Bogotá.
Miguel(34915)26 de julio de 2023 - 06:18 p. m.
Por ahí veo que postulan a Bolívar como un tipo honesto siendo la única virtud. Un personaje que no paga a sus proveedores, que desde Miami patrocina la violencia anárquica. Como alcalde sería el promotor de la traquetización cultural que tanto dinero le ha representado.
JUAN(6975)26 de julio de 2023 - 05:07 p. m.
Solo a un partido de mediocres y charlatanes como el de este gobierno, en un país de mediocres y charlatanes como Colombia, se le puede ocurrir nominar para alcalde de una ciudad de 10 millones de habitantes, a un escritor de narconovelas, cuyos únicos logros políticos son tener cara de señora estreñida y ser el correveidile de Petro. No nominaron a Laura Sarabia porque les tocó echarla antes de elecciones.
ANA(11609)26 de julio de 2023 - 04:28 p. m.
ARDE en la pira la actual alcaldesa. Todo un fiasco. Y tan buena estadista que dice ser.
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