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No se ve cómodo Sergio Fajardo en estas instancias políticas. Actitudes, respuestas e indecisiones muestran que, a pesar de la experiencia que invoca, aún no encuentra su lugar. O es el hartazgo de la época que se ha tomado por saturación el estado de ánimo nacional, o insatisfacción con sus dinámicas políticas, o un matiz de soberbia o terquedad, que él confunde con coherencia, como si el aprendizaje del ejercicio político se hubiese congelado.
La displicencia frente a preguntas cruciales como la financiación de su campaña, su comunicación no verbal que muestra impaciencia en escenarios de evaluación y largos silencios frente a posiciones urgentes son decisivos para construir percepciones, que son filtros que permiten la conexión y que definen respuestas en encuestas como si se “conoce” al candidato. Percepciones que contribuyen, según Van Dijk, a formar modelos mentales estables para evaluar al candidato. El grado de compromiso de Fajardo frente a dilemas es uno de ellos.
Definen, siguiendo a Lakoff, el discurso que construye el político, con marcos inconscientes y metáforas familiares, en relación con el que le creen sus audiencias. Persiste en el imaginario la metáfora de irse a ver ballenas.
¿Qué tienen que ver esas percepciones con el mediocre 8,5 % de Fajardo en la encuesta Invamer donde solo lo conocen dos de cada tres colombianos y uno de cada cinco tiene una imagen desfavorable?
Por eso resulta inexplicable su negativa a participar en las consultas de marzo, que no solo le permitirían construir una candidatura sólida y con apoyos más decentes que los de la derecha que lo tiene como candidato conquistable, desplazable o derrotable.
Calcula el matemático que no cerrarse sobre micropartidos o campañas improvisadas le permitirá crecer para dejar de ser un comodín. Al ir solo cierra paso a la sorpresa, útil para cambiar corrientes de opinión, niega la posibilidad de maniobrar en tiempo real y de poner en práctica su relato de concertación que sigue sin ser probado. Ese plante es un riesgo si su marketing sigue confundiendo consistencia con inmovilidad.
@marioemorales y http://mariomorales.co
