Economía según mi prima

Martín Jaramillo
04 de agosto de 2018 - 04:45 a. m.

Una actividad del colegio de mi prima consistía en que cada estudiante le expone a la clase lo que quiere ser cuando grande. Me di cuenta al verla en ese momento de que se me estaba yendo la mano, pues a sus diez años salió con la idea de ser economista.

¡Por supuesto estaba orgulloso! Yo sabía que el futuro en esta profesión eran las mujeres y ella tenía todo para ser ese futuro. El único Nobel de Economía que se ha entregado hasta ahora a una mujer ha sido a la estadounidense Elinor Ostrom, pero apenas empieza una época en el que ellas arrasarán con los Nobel. Es un buen momento para una mujer en la economía. Mi prima y yo habíamos tenido largas conversaciones sobre esto (como verán en la próxima columna), pero superaba mis expectativas verla con metas tan grandes.

Era su turno al frente de la clase y mi prima pensaba hablar de las mujeres y su oportunidad histórica en la economía, pero lastimosamente en su salón nadie parecía comprenderla:

-      ¡La economía es una aburrida!

-      ¡Los economistas solo piensan en plata!

-      A los economistas no les interesa la parte humana…

Infortunadamente, mi prima tuvo que cambiar su discurso por uno más básico:

“Compañeros de clase:

La economía no es el estudio del dinero, no es inhumana ni de plazos cortos, la economía estudia precisamente las personas y sus necesidades.

Por un lado, en el mundo los recursos son escasos y tienen diferentes usos, por el otro, los humanos tenemos deseos infinitos: queremos una Barbie más, un balón más y hasta un par de horas más para dormir.

Ustedes pueden usar su tiempo libre para jugar fútbol o estudiar para el examen, su tiempo es escaso y tiene diferentes usos. Al igual que todo: la madera que se usó para construir el columpio pudo ser utilizada para construir otro pupitre. El tiempo del carpintero pudo ser utilizado en otro servicio de carpintería, en un trabajo como mesero o hasta para descansar. Por otro lado, el servicio de transporte que trajo la madera pudo ser utilizado para transportar diamantes, petróleo y hasta futbolistas del Deportivo Pereira (en referencia a otros troncos).

Pues eso, amigos, es la economía. La ciencia que estudia las decisiones que toman las personas para intentar satisfacer sus deseos ilimitados.

En un mundo donde la escasez es una realidad ineludible, aceptarla y encontrarles el mejor uso (o el sistema que les dé el mejor uso) a nuestros recursos, especialmente los recursos humanos, es la única forma en que podemos mejorarles la calidad de vida a millones de personas.

Sin hablar de dinero, les acabo de explicar lo que es la economía y por qué quiero estudiar economía”.

#EconomíaParaMiPrima

@tinojaramillo

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