En su papel de patrocinadores del terrorismo, Irán, Corea del Norte, Rusia y Venezuela son los primeros Estados que se le vienen a uno en mente. Hace un poco más de un año Irán, actuando por medio de uno de sus brazos terroristas, Hamás, cobardemente acribilló a unos 1.400 israelitas y secuestró a más de dos centenares de rehenes, incluyendo mujeres y niños menores de seis años. Digo cobarde porque los terroristas de Hamás se cebaron, mientras acudían a un concierto, contra una población civil indefensa.
Teherán, que sueña con la destrucción del Estado de Israel, adicional a Hamás mantiene una red de organizaciones terroristas que incluye a Hizbolá, en el Líbano; Hutíes, en Yemen; y a milicias proiraníes, en Irak. ¿Y cómo apoya Irán a los terroristas que buscan aniquilar a Israel? Muy parecido a lo que hace Venezuela con los terroristas del ELN: les da armamento, munición, dinero, entrenamiento, facilidades para el tráfico de drogas; y les brinda refugio. Buena parte de la izquierda internacional, al igual que algunos países, aplauden el lema “¡Del río al mar, Palestina será libre!”, eslogan que implica la erradicación genocida de los israelíes, y sobrestiman el poderío político y militar de Irán cuando en realidad esta criminal teocracia no pasa de ser un gato que pretende ser un león, gato que hoy en día tiembla ante las posibilidades de represalia de Israel por los más de mil cohetes que lanzaron el pasado 1 de octubre.
Desde el atentado del año pasado Israel ha eliminado a varios terroristas de Hamás: Saleh al-Arouri, principal negociador; Marwan Issa y Rafaa Salameh, líderes militares; Mohamed Deif, número 2 de Hamás; e Ismail Haniyeh, líder político. De Hizbolá han sido eliminados, entre otros, Hassan Nasralah, cabeza de dicha organización; Ibrahim Qubaisi y Ahmed Wasi, comandantes de las milicias; y Fuad Shukr, fundador de Hizbolá. La semana antepasada fue dado de baja el segundo de Hamás, Yahya Sinwar. En realidad, de la cúpula de Hamás solo queda el hermano de Yahya, Mohammed Sinwar, cuya póliza de vida asumimos no va a ser renovada.
El columnista del diario ABC, Jon Juaristi, hace una reseña que deja en evidencia a la izquierda internacional y a los antisemitas que directa e indirectamente abogan por la desaparición del estado de Israel: “Y es que, para la izquierda, no basta con reconocer un inexistente Estado palestino ni con negar a Israel su derecho a defenderse de quienes pretenden aniquilarlo. Hay que borrar además todo rastro judío de la Historia y de la Memoria, empezando por la historia y la memoria de la Shoah (término hebreo para referirse al holocausto) para hacer sitio al mito antisemita del genocidio de los palestinos a manos de los ‘nazis judíos’. Frente a esta inmunda mentira, la humanidad necesita recordar la Shoah y el intento de reiniciarla que supuso la matanza de judíos, el 7 de octubre de 2023, sobre la tierra de Israel”.
Apostilla: Desde el inicio del Gobierno a la fecha, el área sembrada en coca ha aumentado de 142.783 a 253.000 hectáreas. Y con el anuncio de compra del Estado de la cosecha, pronto rebasaremos las 400.000 hectáreas. Como siempre, los enemigos del Gobierno jamás reconocerán el renacer parcial del agro colombiano.
