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Según un informe de El Tiempo (23/03/20), “un intenso combate se registró el domingo en la frontera de Venezuela con Colombia (...). Un comunicado (...) apunta a un enfrentamiento de funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) con ‘grupos irregulares armados colombianos’, en el que resultaron heridos varios militares, perdieron la vida dos de ellos y fue ‘neutralizado’ uno de los cabecillas de las disidencias de las Farc, apodado el Nando. (...) El enfrentamiento de los militares venezolanos fue, específicamente, contra las disidencias de las Farc. (La ONG) Fundaredes aseguró que el ataque estuvo dirigido contra uno de sus frentes, encabezado por alias Ferley, quien se habría apartado de Iván Márquez y Jesús Santrich. Javier Tarazona, director de Fundaredes, denunció: ‘Deploramos que no sea una acción contra la guerrilla en su conjunto, sino que, por el contrario, pareciera un mandado de Márquez y de Santrich de desplazar, desmovilizar y de actuar contra los que no les hacen caso a ellos’”.
Lejos de no aceptar que los narcoterroristas colombianos operen dentro de Venezuela, tanto Maduro como el Cartel de los Soles están es comprometidos con el Eln y con la “Nueva Marquetalia” de Márquez y Santrich. Para Salud Hernández-Mora, “las únicas Farc que pueden moverse en Venezuela son las de Márquez y Santrich. Las de Gentil Duarte (representadas por alias Ferley) ya no son amigas de la mafia que gobierna en Caracas”. El poder político de Santrich y Márquez es suficiente para obligar a los militares venezolanos a hacer el trabajo sucio que ellos no son capaces de hacer: es decir, sacar del juego a otras disidencias, como aquella encabezada por Ferley, que obviamente pretendía, en su nombre y en el de Gentil Duarte, disfrutar de las mieles del narcotráfico y la minería ilegal. Maduro, con sobrada razón, debe estar pensando que se volvería una pesadilla logística el cobrar 80 vacunas a los más de 80 grupos de narcotraficantes que operan en Colombia y que con dos vacunas es suficiente.
Los narcoterroristas del Eln y la “Nueva Marquetalia” trafican; Maduro y el Cartel de los Soles cobran las vacunas, y los soldados venezolanos ponen los muertos. Aun por encima de las órdenes de Márquez y Santrich, este columnista especula que se cumplió la regla de oro de la delincuencia: hay muchos más muertos durante el reparto del botín que durante el asalto.
¿Cuánto tiempo va a durar este arreglo? Asumo que hasta que Pablito, del Eln, y el Paisa y Romaña, de la “Nueva Marquetalia”, se les olvide pagar a tiempo la vacuna o se agarren en un próximo reparto del botín.
Apostilla 1. La reciente columna de Néstor Humberto Martínez en El Tiempo (21/03/21), según informe de Las2Orillas, le causó escozor a la “Niña Mencha”. Sugiero comedidamente que, en vez del berrinche, la actriz desmienta, si está en capacidad de hacerlo, los argumentos del abogado.
Apostilla 2. Un reciente tuit de Miguel Jaramillo Luján: “Si llegas a las tres de la mañana al aeropuerto El Dorado y piensas hacer un vuelo internacional de cuatro horas a La Habana por una aerolínea como Wingo, que no ofrece ni agua gratis, lo mejor es que vayas desayunado. Ni se te ocurra ir con hambre porque estarás expuesto a los infames precios de El Dorado, el lugar en donde una almojábana cuesta $12.000”. Este columnista quiso comprar unos Tic Tac en Britt Shop y encontró que el margen no era del 100 ni del 200 ni del 300, ¡sino del 400 %!
