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De las variedades de marihuana que se producen en Colombia, la más común era la llamada corinto, pero la búsqueda de mayor productividad y rendimiento favoreció una nueva variedad: la creepy. Un reciente artículo del periodista Kevin Sieff, de The Washington Post (8/8/2021), señala que en la frontera de EE. UU. con México se adelanta el mayor tráfico de marihuana del mundo. Pero no, como posiblemente algunos asumen, de la creepy invadiendo a EE. UU., sino a la inversa: la bubba kush, una nueva variedad, dulce y somnífera, que se produce legalmente en California y es contrabandeada en cantidades industriales a México, en donde la demanda es cada día mayor. La bubba kush logró que el reino de la creepy fuera breve.
Según reciente artículo de la revista Forbes, las ventas de marihuana en EE. UU. llegaron a la astronómica cifra de US$17.500 millones.
Un productor de marihuana en California estima que el 55 % de sus ventas son a los mexicanos. Lo que no es fácil de pronosticar es cuándo los carteles de la droga mexicanos van a utilizar las lanchas rápidas, los aviones y vehículos que llevan cocaína a EE. UU. para que, en vez de regresar vacías, puedan inundar todo el continente con la bubba kush californiana. Las drogas, especialmente la marihuana, gozan cada día de más de popularidad y aceptación social en EE. UU. Su consumo es legal en 17 estados, está despenalizado en otros 15 y permitido su uso médico en 36.
Lo más sorprendente es que en algunos estados como Colorado la penetración de la marihuana, según la firma Nielsen, es del 50 %. El alcohol llega al 60 %.
La representante “progre” Alexandria Ocasio-Cortez promovió la ley que prohíbe que fondos donados por EE. UU. puedan usarse para la fumigación de cultivos ilícitos en Colombia, incluyendo la marihuana creepy. La pregunta obvia es si a doña Alexandria le preocupa el uso del Roundup (o, como lo llaman los graciosos periodistas de Caracol Radio, el “ronout”) o lo que le preocupa es el uso del glifosato en EE. UU., dado que el herbicida se encuentra en aproximadamente el 90 % de los productos alimenticios aprobados por el gobierno estadounidense, incluyendo la miel.
El autor de esta nota se teme que el problema de fondo no es sobre el uso o no del glifosato. Tampoco es de producción de drogas en Colombia, en el sentido de que mientras haya demanda habrá quien la suministre, como lo han demostrado los californianos con la bubba kush. El problema realmente es la ilegalidad del consumo de las drogas en los países consumidores. En el caso de la marihuana, el dilema se ha solucionado con la legalización, por parcial que sea, pues casi la totalidad de la marihuana que consumen los estadounidenses se produce en EE. UU. ¿No cree doña Alexandria que si legalizan el consumo de todas las drogas, como lo han hecho con la marihuana, terminan es produciéndolas allá y exportándolas acá? Es solo una pregunta.
Apostilla. AMLO, el mesiánico presidente de México, en su día propuso que si secuestran es a la gente rica, la solución es que todos en México sean pobres. La ultima barbaridad de AMLO es afirmar que “Cuba debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia y debería ser declarada patrimonio de la humanidad”. Afirmar esto sobre Cuba, país que comercia libremente con 95 países, indica que AMLO no sabe qué era Numancia, ni que significa ser patrimonio de la humanidad.
