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Los “oligarcas” ni siquiera están en “palacio”…

Mauricio Botero Caicedo
02 de octubre de 2022 - 05:30 a. m.

En una guerra que pensó que iba a ganar en cuestión de semanas, máximo un par de meses, las cosas no le están saliendo a Putin como se lo imaginaba. La amenaza de utilizar armas nucleares contra Ucrania es una muestra de bellaquería, de debilidad y no de fortaleza. Pero lo que más debe tener sorprendido al zar Vladimir es que de los 200.000 combatientes que tenía destinados a invadir a Ucrania, el 40 % han sido dados de baja o están fuera de combate. A Putin no le ha quedado alternativa distinta que adelantar una conscripción forzosa de 300.000 efectivos adicionales, que, si bien empezó en las cárceles, tuvo que extender a la totalidad de la población. El dilema de Putin es que no ha tenido los pantalones para declarar abiertamente una guerra y los embustes que ha dicho sobre este conflicto ya no cuajan. Uno de estos engaños es que en Ucrania el ejército ruso sería bienvenido. Los sobrevivientes rusos de guerra han dejado saber que sí fueron recibidos en Ucrania, ¡pero con plomo! Otra de las mentiras de Putin, tanto a los rusos como a la comunidad internacional, es que el régimen ucraniano era neonazi y que los rusos lo que estaban era liberando a esta nación. Esta excusa era tan peregrina que absolutamente nadie le prestó atención.

Los ucranianos, por el contrario, han demostrado carácter y coraje: saben que luchan por su supervivencia como nación y están dispuestos a pelear hasta el final. Por otro lado, el apoyo decidido de la comunidad internacional, tanto en armas como en dinero, les ha permitido a los ucranianos defender su territorio y recapturar buena parte de las tierras que habían sido arrebatadas por los rusos.

¿Qué tan en serio se debe tomar el mundo la amenaza nuclear rusa? Muy en serio. El Kremlin ha manifestado que si Rusia llega a enfrentar “una amenaza existencial”, el arsenal nuclear podría ser utilizado. Putin piensa anexar, por medio de referendos espurios, parte importante de Ucrania. Cuando sean parte de Rusia, cualquier intento de recuperación de estos terrenos será una afrenta a toda Rusia. Mauricio Vargas, en un artículo en El Tiempo (28/09/2022), afirma: “Putin está cada día más acorralado no sólo por los malos resultados en el campo de batalla, sino porque la movilización de reservistas que ordenó ha desencadenado protestas en varias regiones de la Federación Rusa, la resistencia de miles de jóvenes a enrolarse y el éxodo de otros miles hacia países fronterizos. Si la situación de Putin se sigue deteriorando tanto en el terreno militar en Ucrania como en el frente político y social interno, la desesperación podría llevarlo a dar la orden de un ataque nuclear”.

A todas estas, ¿qué papel juegan los “oligarcas” rusos? Todo parece indicar que ninguno. Es tan absoluto el poder de Putin, que los ha marginado en el entendimiento de que de la misma forma que les permitió amasar sus fortunas, puede quitárselas y encarcelarlos (si es que están de buenas, porque también puede envenenarlos o “suicidarlos” propinando un resbalón desde un rascacielos de Moscú). Las decisiones de Occidente de quitarles a los “oligarcas” sus yates y sus aviones por supuesto les molestan a estos billonarios, pero como uno de ellos afirmaba recientemente: “Los occidentales quieren que demos un «golpe de Estado palaciego» (coup d’état), pero no se dan cuenta de que ni siquiera estamos en «palacio»”.

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