Durante la última campaña presidencial algunos representantes del Pacto Histórico la emprendieron contra la gente de centro acusándola de tibia. Sus argumentos no eran muy claros, pero parecían decir una de estas dos cosas: 1) que el centro no tiene principios claros o 2) que sus principios son eclécticos, es decir, que no se comprometen con nada. La primera versión no tiene sentido. El centro (como la derecha y como la izquierda) obedece a principios bien definidos, lo cual puede verse a lo largo de una prolongada tradición intelectual que se remonta a Erasmo y a Sebastián Castellio, en el siglo XVI, y que floreció después con...
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