Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              18 de enero de 2017 - 09:00 p. m.

                                                                                                                              Fastidio en la cumbre

                                                                                                                              En el hotel Los Morros de Cartagena, una pareja gay se daba un beso cuando el administrador les señaló que ese gesto resultaba incómodo para otros.

                                                                                                                              Les solicitó que se abstuvieran de demostraciones públicas de cariño pues uno de los huéspedes había manifestado no querer que su pequeño hijo las presenciara. El Espectador habló de “agresión” y varios columnistas se ocuparon del trascendental asunto. El relato se asoció con unos cuantos agravios similares a los que se fueron sumando in crescendo amenazas de golpes de borrachos, pérdida de trabajos o amigos, no poder estudiar y hasta asesinatos: “incómodo es que nos maten por ser LGBTI”. El horror no se detuvo ahí: “incómodo es un país que viola y mata a las mujeres. Incómodo es un país en el que tienes más privilegios por ser un hombre blanco. Incómodo es un país en el que se roban la plata de la educación y de la salud de los más pobres”.

                                                                                                                              Asociar trivialidades con los dramas de una sociedad compleja bajo el hilo conductor de ambientes imperfectos para una pareja gay de estrato alto se volvió estándar. El incidente fue tan nimio que los afectados se limitaron a contarle a sus amigos conectados con la prensa y las redes. Ni siquiera se incomodaron poniendo una tutela para que llegara a revisión y la Corte Constitucional reforzara la jurisprudencia. No me extrañaría que esas delicadas víctimas de una discriminación tan cruel fueran clasistas tradicionales que tratan despectivamente al personal del hotel. Eso hizo Catalina Uribe, tan contrariada por el asunto que con displicencia calificó como inferior la capacidad mental del administrador: “si quien toma las decisiones de un establecimiento donde a diario conviven personas de diferentes culturas basa sus decisiones en la incomodidad de los clientes, tal vez vaya siendo hora de poner un robot”. Pobre señor, aún no asimila el algoritmo: lo correcto se hace, lo incorrecto no, como sea. El servicio al cliente, motor del capitalismo global, también lo supervisa la nueva policía de las costumbres, que ya tiene a punto la versión cibernética de la urbanidad de Carreño, o el catecismo, con la que ahora machacan no la familia y el cura sino formadores de opinión que se proclaman laicos, abiertos y tolerantes cuando ya son una caverna más temible que la religiosa. En un país creyente, con millones de víctimas verdaderas empezando posconflicto, una élite privilegiada pretende que sus cuitas privadas inconsecuentes sean asunto público. Todos debemos rasgarnos las vestiduras ante la afrenta de un morreo inconcluso en Los Morros, insoportable cumbre de cinco estrellas.

                                                                                                                              Mi papá contaba una anécdota cuya gracia tardé en entender: tras una reunión con unos amigos en el Club Militar, trataron de entrar al bar. Al verlos con tragos, en la puerta les dijeron que estaba restringida la entrada para hombres sin pareja. Uno de ellos propuso: “entonces vamos por viejas”. El portero molesto anotó que ahí solo podrían traer mujeres decentes, a lo que le respondieron “es que nuestras señoras ya tienen sus años”. Yo destestaba ese Club porque para almorzar me exigían corbata mientras mis hermanas nunca tuvieron ese problema. En esa época mi sección favorita del periódico era la página roja: policías y ladrones. Si alguien me hubiera dicho entonces que en unos años la prensa se preocuparía por incomodidades como la mía por la corbata, o el chiste de los amigos de mi papá, hubiera pensado que alucinaba. Pero ahí llegamos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Se incrustó en los medios un fanatismo supervisor de lo que se dice y hace que no recuerdo haber sufrido con ningún profesor de religión; si acaso en Semana Santa cuando las emisoras sólo ponían música clásica y una tía cuasi monja nos regañaba por reírnos, vigilaba minuciosamente nuestros juegos y criticaba al tendero por no cubrir una imagen. Esos desesperantes rituales estaban respaldados por una mitología milenaria coherente y con resultados palpables en términos de civilización de las costumbres e igualdad. La nueva disciplina social, tanto o más estricta, está sustentada en un pastiche también anticientífico pero más incongruente cuyo mayor logro, tal vez el único, es que las leyes y la jurisprudencia hayan quedado formalmente redactadas. Al definitivo avance en la aceptación de la diversidad sexual han contribuído más Hollywood y la TV que la Corte Constitucional pero, como niños mimados, los militantes entre más avanzan, más se quejan por arandelas inocuas, mientras evaden las dificultades reales, como la homofobia de sus propias familias, pepa dura del rechazo que pretenden socializar.

                                                                                                                              Volviendo al drama de Los Morros con sus espeluznantes secuelas, ojalá aparezca pronto un vínculo con la política petrolera para que se pueda arreglar la catástrofe dialogando con el ELN, que también tiene talante fundamentalista e intervencionista en lo cotidiano.

                                                                                                                              Ver más…

                                                                                                                              En el hotel Los Morros de Cartagena, una pareja gay se daba un beso cuando el administrador les señaló que ese gesto resultaba incómodo para otros.

                                                                                                                              Les solicitó que se abstuvieran de demostraciones públicas de cariño pues uno de los huéspedes había manifestado no querer que su pequeño hijo las presenciara. El Espectador habló de “agresión” y varios columnistas se ocuparon del trascendental asunto. El relato se asoció con unos cuantos agravios similares a los que se fueron sumando in crescendo amenazas de golpes de borrachos, pérdida de trabajos o amigos, no poder estudiar y hasta asesinatos: “incómodo es que nos maten por ser LGBTI”. El horror no se detuvo ahí: “incómodo es un país que viola y mata a las mujeres. Incómodo es un país en el que tienes más privilegios por ser un hombre blanco. Incómodo es un país en el que se roban la plata de la educación y de la salud de los más pobres”.

                                                                                                                              Asociar trivialidades con los dramas de una sociedad compleja bajo el hilo conductor de ambientes imperfectos para una pareja gay de estrato alto se volvió estándar. El incidente fue tan nimio que los afectados se limitaron a contarle a sus amigos conectados con la prensa y las redes. Ni siquiera se incomodaron poniendo una tutela para que llegara a revisión y la Corte Constitucional reforzara la jurisprudencia. No me extrañaría que esas delicadas víctimas de una discriminación tan cruel fueran clasistas tradicionales que tratan despectivamente al personal del hotel. Eso hizo Catalina Uribe, tan contrariada por el asunto que con displicencia calificó como inferior la capacidad mental del administrador: “si quien toma las decisiones de un establecimiento donde a diario conviven personas de diferentes culturas basa sus decisiones en la incomodidad de los clientes, tal vez vaya siendo hora de poner un robot”. Pobre señor, aún no asimila el algoritmo: lo correcto se hace, lo incorrecto no, como sea. El servicio al cliente, motor del capitalismo global, también lo supervisa la nueva policía de las costumbres, que ya tiene a punto la versión cibernética de la urbanidad de Carreño, o el catecismo, con la que ahora machacan no la familia y el cura sino formadores de opinión que se proclaman laicos, abiertos y tolerantes cuando ya son una caverna más temible que la religiosa. En un país creyente, con millones de víctimas verdaderas empezando posconflicto, una élite privilegiada pretende que sus cuitas privadas inconsecuentes sean asunto público. Todos debemos rasgarnos las vestiduras ante la afrenta de un morreo inconcluso en Los Morros, insoportable cumbre de cinco estrellas.

                                                                                                                              Mi papá contaba una anécdota cuya gracia tardé en entender: tras una reunión con unos amigos en el Club Militar, trataron de entrar al bar. Al verlos con tragos, en la puerta les dijeron que estaba restringida la entrada para hombres sin pareja. Uno de ellos propuso: “entonces vamos por viejas”. El portero molesto anotó que ahí solo podrían traer mujeres decentes, a lo que le respondieron “es que nuestras señoras ya tienen sus años”. Yo destestaba ese Club porque para almorzar me exigían corbata mientras mis hermanas nunca tuvieron ese problema. En esa época mi sección favorita del periódico era la página roja: policías y ladrones. Si alguien me hubiera dicho entonces que en unos años la prensa se preocuparía por incomodidades como la mía por la corbata, o el chiste de los amigos de mi papá, hubiera pensado que alucinaba. Pero ahí llegamos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Se incrustó en los medios un fanatismo supervisor de lo que se dice y hace que no recuerdo haber sufrido con ningún profesor de religión; si acaso en Semana Santa cuando las emisoras sólo ponían música clásica y una tía cuasi monja nos regañaba por reírnos, vigilaba minuciosamente nuestros juegos y criticaba al tendero por no cubrir una imagen. Esos desesperantes rituales estaban respaldados por una mitología milenaria coherente y con resultados palpables en términos de civilización de las costumbres e igualdad. La nueva disciplina social, tanto o más estricta, está sustentada en un pastiche también anticientífico pero más incongruente cuyo mayor logro, tal vez el único, es que las leyes y la jurisprudencia hayan quedado formalmente redactadas. Al definitivo avance en la aceptación de la diversidad sexual han contribuído más Hollywood y la TV que la Corte Constitucional pero, como niños mimados, los militantes entre más avanzan, más se quejan por arandelas inocuas, mientras evaden las dificultades reales, como la homofobia de sus propias familias, pepa dura del rechazo que pretenden socializar.

                                                                                                                              Volviendo al drama de Los Morros con sus espeluznantes secuelas, ojalá aparezca pronto un vínculo con la política petrolera para que se pueda arreglar la catástrofe dialogando con el ELN, que también tiene talante fundamentalista e intervencionista en lo cotidiano.

                                                                                                                              Ver más…

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar