Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              11 de noviembre de 2020 - 10:00 p. m.

                                                                                                                              Secuelas del feminivirus

                                                                                                                              Si el patriarcado controlaba a las mujeres manipulando su sexualidad, por ejemplo obligándolas a ser madres desde jóvenes, académicas puritanas acabaron imponiendo una represión aún mayor.

                                                                                                                              Carolina Sanín, escritora, anota que las mujeres “quedan teniendo la edad de ocho años durante el resto de la vida. Trancadas y truncas. (una tarea) es convencer(las) de ser adultas… que la feminidad no es infantilidad… Mientras las mujeres sigan indulgiendo en las maneras de una preadolescencia filial y perpetua, no se presentará ninguna alternativa posible al patriarcado”.

                                                                                                                              En generaciones anteriores la norma era “virgen hasta el matrimonio”. La recién casada se entregaba enamorada al hombre de su vida. Previamente, para desactivar el deseo sexual asociado a la menarquia, oblicuamente se sugería que esas sensaciones intensas, vergonzosas, eran reflejos pueriles, fiebre de juventud, no el verdadero amor que llegaría incluso después de un matrimonio arreglado.

                                                                                                                              Al atávico susto al embarazo, el feminismo mojigato gringo logró sumarle el pánico a la violación, el disgusto, asco, por cualquier avance sexual masculino, el desprecio por la seducción y, en últimas, la prevención y desconfianza para enamorarse porque eso pone a la mujer a merced de machos que engañan, dominan y hacen daño. Del miedo al sexo se pasó a una idealización tal de las relaciones que los hombres comunes provocamos desconfianza, pavor. De cualquier desacuerdo o pelea somos, por principio, culpables de la peor ralea: ¡el violador, maltratador, abusador, explotador, eres tú!

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              El discurso tóxico se aprende ahora off campus: lo asimilaron medios, políticos, ONGs, influencers, estrellas de cine, cantantes y público en general. La igualdad se volvió fábula: conductas dañinas consideradas maltrato masculino son aceptadas, aplaudidas, en mujeres. Algunas, conozco varias, más victimarias impunes que víctimas, disfrutan sus prerrogativas de muchos derechos pero sin deberes. Son egocéntricas, caprichosas y quejetas. Nadie las cuestiona: un subliminal y contagioso feminivirus alcanzó inmunidad de rebaño contra el sentido común.

                                                                                                                              Por la sensualidad que mostró Ana, mi hija menor, al alimentarse por primera vez del pecho de su madre, con un placentero ronroneo que aún conserva cuando disfruta lo que come, intuí que sería seductora y, además, entendí que esa capacidad era innata, no aprendida. Innumerables anécdotas confirmaron mi pronóstico. El gran desafío al criarla ha sido doble: en contra del veto ideológico al flirteo y la seducción, símbolos de debilidad femenina, convencerla de que no desaproveche su habilidad para relacionarse con los hombres pero, también, que estudie seriamente: no debe convertir tal ventaja en la única herramienta para manejar su vida, y mucho menos para ganar dinero. Objetivo tácito ha sido no frustrar ni sabotear la que presentí sería una sexualidad rica y descomplicada. “Ojalá no quede embarazada muy pronto” bromeé con frecuencia mientras ella crecía reafirmando su innata coquetería, haciendo explícita la prioridad de ser madre y repitiendo que cuando llegara un príncipe azul no dudaría en abandonar la casa para irse con él: “así es la vida”, sentenciaba.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Ana se interesó desde muy pequeña por mis inquietudes, lecturas, teorías y conjeturas sobre las parejas. Su darwinismo espontáneo aún es inmune al discurso fanáticamente culturalista que se impuso al extremo de considerar fascista la noción científica de factores hereditarios. Percibió intuitivamente las diferencias de sexualidad y estrategias de emparejamiento no solo entre hombres y mujeres sino entre las mismas chicas. Asimiló la discrepancia básica entre Mafaldas y Susanitas -como ella- pero descubrió que una opción infalible con algunos chicos es “hacerles creer que soy una Mafalda”.

                                                                                                                              Recientemente manifiesta su desacuerdo con el discurso correcto. Cuando le advertí que tendrá profesoras asegurándole que la belleza femenina es irrelevante para conquistar chicos exclamó incrédula: “¿en serio piensan eso?”. Tampoco podía creer que la Bella Otero sedujera monarcas sin ser muy hermosa. “Ese arte no es tan simple”, le aclaré.

                                                                                                                              En materia sexual le recomendé evitar enredos, ser siempre monógama, pero tener varias experiencias secuenciales antes de embarcarse en una relación de largo plazo con hijos. Le expliqué que por ser de otra época jamás me atrevería a sugerirle una edad para acostarse por primera vez. Sobre ese inicio habla con su hermana mayor. Ante las incómodas y arriesgadas experiencias de algunas amigas, hace poco anunció: “todavía no sé cuándo tendré sexo; pero será en una cama y con preservativo”.

                                                                                                                              El debate entre feministas francesas y anglosajonas a raíz del #MeToo se replica en la actitud de las adolescentes de ambos orígenes hacia los hombres. Ana y sus amigas no viven obsesionadas con el violador, mucho menos entre sus compañeros de colegio. Saben prevenir abusos, conocen qué calles no frecuentar y tienen conciencia del peligro de mezclar alcohol con sexo. En síntesis, son más frescas y pragmáticas que asustadas e idealistas. Están poco intoxicadas por el neofeminismo sororo y antivaronil que infantiliza a las mujeres más que cuando sólo cuidaban su virginidad. Al sentirse informadas, seguras, libres y responsables de sus actos, tienen menos embarazos precoces. Voilà!

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Ver más…

                                                                                                                              Si el patriarcado controlaba a las mujeres manipulando su sexualidad, por ejemplo obligándolas a ser madres desde jóvenes, académicas puritanas acabaron imponiendo una represión aún mayor.

                                                                                                                              Carolina Sanín, escritora, anota que las mujeres “quedan teniendo la edad de ocho años durante el resto de la vida. Trancadas y truncas. (una tarea) es convencer(las) de ser adultas… que la feminidad no es infantilidad… Mientras las mujeres sigan indulgiendo en las maneras de una preadolescencia filial y perpetua, no se presentará ninguna alternativa posible al patriarcado”.

                                                                                                                              En generaciones anteriores la norma era “virgen hasta el matrimonio”. La recién casada se entregaba enamorada al hombre de su vida. Previamente, para desactivar el deseo sexual asociado a la menarquia, oblicuamente se sugería que esas sensaciones intensas, vergonzosas, eran reflejos pueriles, fiebre de juventud, no el verdadero amor que llegaría incluso después de un matrimonio arreglado.

                                                                                                                              Al atávico susto al embarazo, el feminismo mojigato gringo logró sumarle el pánico a la violación, el disgusto, asco, por cualquier avance sexual masculino, el desprecio por la seducción y, en últimas, la prevención y desconfianza para enamorarse porque eso pone a la mujer a merced de machos que engañan, dominan y hacen daño. Del miedo al sexo se pasó a una idealización tal de las relaciones que los hombres comunes provocamos desconfianza, pavor. De cualquier desacuerdo o pelea somos, por principio, culpables de la peor ralea: ¡el violador, maltratador, abusador, explotador, eres tú!

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              El discurso tóxico se aprende ahora off campus: lo asimilaron medios, políticos, ONGs, influencers, estrellas de cine, cantantes y público en general. La igualdad se volvió fábula: conductas dañinas consideradas maltrato masculino son aceptadas, aplaudidas, en mujeres. Algunas, conozco varias, más victimarias impunes que víctimas, disfrutan sus prerrogativas de muchos derechos pero sin deberes. Son egocéntricas, caprichosas y quejetas. Nadie las cuestiona: un subliminal y contagioso feminivirus alcanzó inmunidad de rebaño contra el sentido común.

                                                                                                                              Por la sensualidad que mostró Ana, mi hija menor, al alimentarse por primera vez del pecho de su madre, con un placentero ronroneo que aún conserva cuando disfruta lo que come, intuí que sería seductora y, además, entendí que esa capacidad era innata, no aprendida. Innumerables anécdotas confirmaron mi pronóstico. El gran desafío al criarla ha sido doble: en contra del veto ideológico al flirteo y la seducción, símbolos de debilidad femenina, convencerla de que no desaproveche su habilidad para relacionarse con los hombres pero, también, que estudie seriamente: no debe convertir tal ventaja en la única herramienta para manejar su vida, y mucho menos para ganar dinero. Objetivo tácito ha sido no frustrar ni sabotear la que presentí sería una sexualidad rica y descomplicada. “Ojalá no quede embarazada muy pronto” bromeé con frecuencia mientras ella crecía reafirmando su innata coquetería, haciendo explícita la prioridad de ser madre y repitiendo que cuando llegara un príncipe azul no dudaría en abandonar la casa para irse con él: “así es la vida”, sentenciaba.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Ana se interesó desde muy pequeña por mis inquietudes, lecturas, teorías y conjeturas sobre las parejas. Su darwinismo espontáneo aún es inmune al discurso fanáticamente culturalista que se impuso al extremo de considerar fascista la noción científica de factores hereditarios. Percibió intuitivamente las diferencias de sexualidad y estrategias de emparejamiento no solo entre hombres y mujeres sino entre las mismas chicas. Asimiló la discrepancia básica entre Mafaldas y Susanitas -como ella- pero descubrió que una opción infalible con algunos chicos es “hacerles creer que soy una Mafalda”.

                                                                                                                              Recientemente manifiesta su desacuerdo con el discurso correcto. Cuando le advertí que tendrá profesoras asegurándole que la belleza femenina es irrelevante para conquistar chicos exclamó incrédula: “¿en serio piensan eso?”. Tampoco podía creer que la Bella Otero sedujera monarcas sin ser muy hermosa. “Ese arte no es tan simple”, le aclaré.

                                                                                                                              En materia sexual le recomendé evitar enredos, ser siempre monógama, pero tener varias experiencias secuenciales antes de embarcarse en una relación de largo plazo con hijos. Le expliqué que por ser de otra época jamás me atrevería a sugerirle una edad para acostarse por primera vez. Sobre ese inicio habla con su hermana mayor. Ante las incómodas y arriesgadas experiencias de algunas amigas, hace poco anunció: “todavía no sé cuándo tendré sexo; pero será en una cama y con preservativo”.

                                                                                                                              El debate entre feministas francesas y anglosajonas a raíz del #MeToo se replica en la actitud de las adolescentes de ambos orígenes hacia los hombres. Ana y sus amigas no viven obsesionadas con el violador, mucho menos entre sus compañeros de colegio. Saben prevenir abusos, conocen qué calles no frecuentar y tienen conciencia del peligro de mezclar alcohol con sexo. En síntesis, son más frescas y pragmáticas que asustadas e idealistas. Están poco intoxicadas por el neofeminismo sororo y antivaronil que infantiliza a las mujeres más que cuando sólo cuidaban su virginidad. Al sentirse informadas, seguras, libres y responsables de sus actos, tienen menos embarazos precoces. Voilà!

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Ver más…

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar