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Simón Bolívar, sus seguidores, sus detractores y la Criolla Principal

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Mauricio Rubio
25 de septiembre de 2025 - 05:04 a. m.
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En 1982, tras la conmemoración en un cuartel de la muerte del Libertador, emulando al joven Simón Bolívar en Roma, Hugo Chávez juró “que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos”. También esbozó su programa: “elección popular, tierras y hombres libres, horror a la oligarquía”. En la “Juramentación del Frente de Juventudes Bicentenario”, un acto público transmitido por TV en 2010, Chávez alzó con guante negro la espada del Libertador. Proclamó, “¡que viva Bolívar! Aquí está tu espada desenvainada y levantemos el puño izquierdo, el del corazón para jurar. Vamos a repetir el juramento del Monte Sacro… es una llamada a la heroicidad, a escribir la historia”.

En enero de 2025, ante las amenazas arancelarias de Trump, Gustavo Petro trinó que Colombia es “el primer territorio libre de América, antes de Washington, de toda la América, allí me cobijo en sus cantos africanos… No nos dominarás nunca. Se opone el guerrero que cabalgaba nuestras tierras, gritando libertad y que se llama Bolívar”. En Marzo, evocó al Libertador para afirmar que “cuando la tiranía contra el pueblo se impone, el pueblo debe rebelarse con la mayor fuerza posible”. El día del trabajo empuñó la espada, convocó al pueblo a defender las reformas sociales y la libertad, recordó el robo de ese símbolo por el M-19 y proclamó “quiero que cada habitante de los que nos acompañaron y nos acompañarán… sepa que el que comanda no es el presidente Gustavo Petro, es la espada de Bolívar”.

Xavier Padilla, escritor y analista político venezolano, cita una carta de Bolívar al Congreso de la Nueva Granada en 1813 en la que reporta haber pasado por una decena de pueblos y que “todos los europeos y canarios sin excepción han sido pasados por las armas”. Padilla dedica su libro, El ídolo que devoró a su pueblo, a los “dos mil cuatrocientos prisioneros venezolanos que las fuerzas ‘patriotas’ masacraron en febrero de 1814, por orden de Bolívar”. El horror empezó en una carta del General en la que, por la “baja guarnición y un crecido número de presos ordeno que inmediatamente pasen por las armas todos los españoles presos en esas bóvedas y en el hospital, sin excepción alguna”. Para ahorrar pólvora, en el Fuerte San Carlos de la Guaira, “lejos de las miradas, los cuerpos fueron decapitados con machetes o sables, apuñalados, ahorcados, rematados a pedradas, quemados vivos, ejecutados en hogueras improvisadas”. Un oficial que se negó a participar fue degradado y también ejecutado. Difícil no recordar Tacueyó y otros convencidos bolivarianos.

Buscando entender esas dos facetas tan nítidas de Bolívar, héroe liberador y villano cruel, útil para el fanatismo de izquierda y de derecha, encontré a la historiadora venezolana Inés Quintero que lleva años estudiando la independencia y el papel de las mujeres en ese proceso. Los archivos del Libertador guardan muchas cartas de su hermana mayor, Maria Antonia. Pero esa figura seguía siendo misteriosa. Numerosas biografías de Bolívar apenas la mencionan para referirse a un consejo a su hermano: “que no aceptase la oferta de quienes pretendían coronarlo”. La excepción es un libro de Salvador de Madariaga, que “insiste sobre las ideas políticas de María Antonia, refiere su rechazo a la Independencia y da cuenta de las profundas reservas que tenía respecto a la conducta política de su hermano menor”. El célebre pensador liberal español no se detuvo en la vida de esta mujer. Eso motiva a Quintero a escudriñar su pasado y, en general, la enorme contradicción de la élite criolla venezolana: promover la Independencia rompiendo “de manera tan drástica con los valores y principios que había sostenido y defendido”. María Antonia Bolívar no encajaba en ese perfil. “Enemiga ferviente de la república y entusiasta defensora de la monarquía… rechazaba de manera categórica las novedades que pretendían instaurarse”. No era un caso aislado. Por esa razón, a pesar de su cercanía con el Libertador, fue silenciada en la “teología Bolivariana” que, proyecto autocrático, no admite fisuras. Para iluminar esas tinieblas, conviene leer La criolla principal, disponible en línea.

Inés Quintero criticó el Bolívar de Caracol-Netflix por su falta de rigor histórico, pero esta serie cumple de sobra un papel crucial: desmitifica al Libertador, muestra sus matices y contradicciones. Lo mismo logra con Maria Antonia, que los fanatismos condenarían o santificarían. En medio de la fiebre bolivariana, un valioso aporte de la serie al debate político son los desacuerdos y conflictos entre Bolívar y Santander, aún pertinentes. Contra las delirantes invitaciones a la guerra por la libertad blandiendo una espada caduca, alivia ver o leer defensas sensatas sobre la importancia del santanderismo para las instituciones.

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Eduardo Sáenz Rovner(7668)26 de septiembre de 2025 - 07:32 p. m.
En la campaña presidencial de 1946 los seguidores de Gaitán atacaban a Turbay gritándole "¡turco no!". Petro e innumerables colombianos no están con Gaza; simplemente expresan un odio "ancestral" contra los judíos. Son herederos de Torquemada, Luis López de Mesa y Laureano Gómez.
RICARDO BOTERO(81050)25 de septiembre de 2025 - 08:33 p. m.
Bolívar fue un fiel representante de la clase criolla que había creado fortuna y necesitaba soltarse de una España en manos de José Bonaparte. Cruel, masacrador y traidor de quienes le servían como el General Maza y José Prudencio Padilla. El Estado de Derecho para él no existió y mucho menos la idea de democracia, por eso su bronca con Santander. Ese héroe me lo pueden envolver en papel higiénico. No hay razón para que cada pueblo tenga un "parque de Bolívar". Sobran muchas estatuas de él.
Oscar Lopez(36876)25 de septiembre de 2025 - 05:47 p. m.
Todo con Petro es una fabula de la mentira. Falsea la historia para justificar sus delirios. El sabe de la historai por las series de plataformas que sin rigor historico y sin bases y fuentes comprobables, van pontificando de las bondades de su charlataneria y de su supuesta visión de lider cuando no llegaria a más que a un bufon en cualquier corte respetable, así es todo con Gustavo Francisco Petro Urrego.
PEDRO CASTIBLANCO REYES(85266)25 de septiembre de 2025 - 04:41 p. m.
atacar a Bolivar, dejara algunos reditos en los que aun se creen monarquicos.
angela gómez Suárez(622)25 de septiembre de 2025 - 03:48 p. m.
Se.Rubio :Simón Bolívar fue un hombre de su tiempo.Para los españoles ,Bolívar era solo un rebelde frente al Rey..La guerra a muerte decretada por Bolívar ,fue la respuesta a la declarada por el imperio español:todo rebelde contra el Rey ,sea soldado,,civil,debía ser pasado a cuchillo al igual que sus familias.Napoleon I era considerado por los europeos "el carnicero de Europa"mutado luego al héroe epónimo de la Revolución.
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