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Vargas Llosa, Javier Cercas y Enric Marco, un impostor espantoso y genial

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Mauricio Rubio
24 de abril de 2025 - 05:05 a. m.
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En mayo de 2005 el recién fallecido Nobel de Literatura escribió sobre Enric Marco, un personaje real que parecía de ficción. Como presidente de Amical Mauthausen, una asociación de españoles que sobrevivieron a los campos de concentración, había viajado a Alemania para la conmemoración de los 60 años del final del nazismo. Un quisquilloso historiador español concluía por esos días que Marco nunca había sido deportado. Ante tal engaño, quienes sí lo fueron pidieron a su líder volver a España para aclarar la situación. Le solicitaron aportar pruebas para desmentir la acusación. Marco reconoció haber sido descubierto: “era un impostor, nunca había estado en un campo de concentración nazi y desde hacía 30 años engañaba a todo el mundo”.

Lo había hecho con esmero, publicando libros en los que narraba con “atroz dramatismo las infinitas crueldades, humillaciones y vejaciones” padecidas por los deportados antes de ser “exterminados por sus verdugos nazis”. También había dado un centenar de charlas anuales en colegios catalanes para educar jóvenes sobre los crímenes del nazismo. Por décadas, había mentido a sus amigos, vecinos y familiares, hasta en programas de radio y TV. “Para perpetrar una farsa de este calibre no basta carecer de escrúpulos; es preciso ser un genio, un fabulador excepcional” anotó Vargas Llosa quien, desde el escándalo, estaba obsesionado por el personaje, “con la fascinación que me han merecido las novelas más queridas”.

Javier Cercas, otro célebre escritor, también quedó deslumbrado por Marco y estaba decidido a investigarlo a fondo. Acababa de publicar Anatomía de un instante, extraña novela sin ficción, un “relato rigurosamente real, desprovisto del más mínimo alivio de invención o fantasía” y lo atormentaba la idea que “la realidad mata, la ficción salva”. Una amiga historiadora, que además conocía afectados reales por el nazismo asociados a Amical, buscaba disuadirlo del absurdo proyecto sobre “un sinvergüenza, un mentiroso compulsivo y sin escrúpulos que se había burlado de todo el mundo”. Cercas sopesaba el dilema entre entender y justificar. Por un lado, pensaba, el deber del arte es “mostrarnos la complejidad… analizar cómo funciona el mal, para poder evitarlo”. Pero por el otro, detenerse a comprender el comportamiento de Marco era “menospreciar el legado de los deportados”.

Cercas fue invitado a una cena donde Vargas Llosa en la que se habló del escrito que le daba a Marco “la bienvenida al gremio de los fabuladores”. Cuando expuso sus inquietudes, el anfitrión lo amonestó. “¡Pero Javier! ¿No te das cuenta? ¡Marco es un personaje tuyo! ¡Tienes que escribir sobre él!”. Para la sobremesa habían esbozado dos conclusiones. Una, “Marco no sólo era fascinante por sí mismo sino por lo que revelaba de los demás” y dos, la diferencia entre él y un novelista es que sólo este último “tiene licencia para mentir”.

Secuela importante de aquella reunión fue El impostor, una rigurosa biografía publicada por Cercas en 2014. Cinco años antes, ya proponía una hipótesis sobre el sorprendente triunfo de la farsa de Marco: lo consideraba el fruto de “dos prestigios paralelos e imbatibles”, el de la víctima y el del testigo, cuya respectiva autoridad nadie se atreve a poner en duda. A eso contribuyen, según él, la relativa ignorancia del pasado, en particular del nazismo y, de manera menos evidente, que “el peor enemigo de la izquierda es la propia izquierda… la conversión del discurso de izquierda en una cáscara hueca, en el sentimentalismo hipócrita y ornamental”. Así, la genialidad de Marco habría sido “encarnar con maestría esa prostitución o derrota de la izquierda”. Sus mentiras “vinieron a satisfacer una masiva demanda vacuamente izquierdista de venenoso forraje sentimental aderezado de buena conciencia histórica”.

Algún discípulo de Enric Marco, especie común en España, podría servirle de coach a Aureliano para lograr discursos y trinos menos impetuosos y pendencieros, para combinar más hábilmente los infundios con verdades bien manejadas y, además, para ofrecer una batería de razones que justifiquen manipular información y mentir. Marco aseguraba que todo lo hizo por una buena causa: “ser más convincente y efectivo en sus campañas contra el totalitarismo”. Con los leales seguidores, le confirmaría que una estrategia invaluable es recuperar la importancia del pasado sin enredarse en los vericuetos de la historia, ahorrándose “las ironías y contradicciones y desasosiegos y vergüenzas y espantos y náuseas y vértigos y decepciones que ese conocimiento depara”. Más expedito invocar mariposas amarillas.

La buena ficción, sin embargo, se utiliza para reproducir “una sensación, íntima, profunda, de realidad”, lo que Vargas Llosa bautizó “la verdad de las mentiras”. Los personajes “no son entelequias para ilustrar un propósito ni marionetas sin alma. Es la esencia del liberalismo”. La persona, no el pueblo etéreo, en el centro de la política. Nada que ver con el ocaso del Pacto Histórico.

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usucapion1000 .(15667)25 de abril de 2025 - 04:46 a. m.
Cualquier imbecilidad se magnifica para atacar a los gobiernos socialistas progresistas, lo insólito es que un periódico las reproduzca sin ninguna critican lo que se traduce en plena aceptación de la idiotez que la origina. A ESE EXTREMO SE HA LLEGASO, HORROR.-
  • hayek(62241)25 de abril de 2025 - 07:10 a. m.
    Pobre petrista patético https://www.lasillavacia.com/silla-nacional/vida-intima-de-petro-se-convierte-en-un-problema-publico-para-su-gobierno/
Jorge Cuervo(48756)25 de abril de 2025 - 02:32 a. m.
Jajajaja, cualquier terna es excusa para hablar mal de la izquierda o de las mujeres. Patético.
  • hayek(62241)25 de abril de 2025 - 07:09 a. m.
    Pobre petrista patético https://www.lasillavacia.com/silla-nacional/vida-intima-de-petro-se-convierte-en-un-problema-publico-para-su-gobierno/
Felipe Fegoma(94028)24 de abril de 2025 - 10:31 p. m.
Petro no es un impostor, es tan incompetente como demuestra ser y tan arrogante como aparenta. Su única impostura es su forma de hablar, de esssesss alargadasss, para hacerse ver como intelectual reflexivo para soltar aguna de sus sandeces y las que no pronuncia las escribe mil veces en la red de Musk. Una vez que la gente, por fin, rechazó el nefasto uribismo, creímos elegir al menos malo de los posibles presidentes, el otro hubiese sido Rodolfo. Ya no sabemos qué hubiese sido peor.
  • usucapion1000 .(15667)25 de abril de 2025 - 04:52 a. m.
    A alguien como ud. se le debía prohibir votar, es un verdadero peligro, porque no sabe ni qué busca, ni dónde está parado, ni que representan los distintos aspirantes,. Es el voto ciego y sordo de un encapsulado mental que ni eso percibe.
Yesid Alberto Fernandez Forero(72166)24 de abril de 2025 - 09:59 p. m.
Mauricio logró algo importante con su traicionera manera de escribir; que no lo vuelva a leer. Me parece que el asunto no está para eso; el periódico necesita de gente que ayude a comprender pero usted si se cago en la fiesta . Chao.
Yesid Alberto Fernandez Forero(72166)24 de abril de 2025 - 09:59 p. m.
Mauricio logró algo importante con su traicionera manera de escribir; que no lo vuelva a leer. Me parece que el asunto no está para eso; el periódico necesita de gente que ayude a comprender pero usted si se cago en la fiesta . Chao.
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