La Michelada

Cuatro lugares para tomar un buen café en Bogotá

Michelle Arévalo Zuleta
17 de mayo de 2018 - 02:00 a. m.

El primer café o tinto que tomé en mi vida, fue casi como mi primer amor, hizo que me sintiera adulta, y aunque fue amargo le puse tanta azúcar que lo recordaré por siempre. No fue hasta que probé un buen café, que entendí que este es como los hombres, nunca terminas de saber todo sobre ellos y pueden variar según su origen y preparación.

Los colombianos tomamos en promedio una taza de café al día, más que una costumbre se ha vuelto una cultura. Yo personalmente busco además de un buen sabor, una experiencia, el café debe ser como un buen amante, hay que apreciar su aroma, debe ser disfrutado despacio y sin afán, nunca debe estar frió, debe ser delicado y sin dulce por su puesto, así puedo apreciar sus cualidades por completo. Como buena milenial me fui en busca no de un amante, sino de experiencias nuevas al rededor de algo tan cotidiano como es el café.

Empecé en Azahar un lugar en la  Calle 93B #13-91, su decoración involucra naturaleza y modernidad, al entrar te ubican en una mesa o barra, ya no hay horas pico del café, aquí a cualquier  hora se ve gente disfrutando de un tinto, trabajando o conversando. Pedí por 10 mil pesos una cata, son  tres tazas pequeñas de café de tres zonas distintas del país, tardaron alrededor de 15 minutos en servir el pedido, lo cual me dejó de entrada con un sin sabor, aunque el café lo mejoró de inmediato, uno del Quindio otro del Tolima y otro de Nariño, la explicación iba acompañada de postales con datos sobre esta bebida, aquí tienen marca propia y a pesar de la demora definitivamente el producto y la experiencia me dejaron ganas de volver.

Café Devotion  (Cra. 7 #72 - 41) en el hotel Hilton, este ha sido la cara de una firma especializada en cafés exóticos, con denominación colombiana, su buena fama lo precede y debía vivirlo por mi misma. Llegar a la hora del desayuno puede no ser la mejor hora, pues al costado todos se encuentran concentrados en atender a los huéspedes del hotel, mientras que el Devotion con una persona a su mando, es como un barco con un capitán despistado, después de 10  minutos, decidí acercarme a pedir la carta, y ahí recibí la atención. La carta es una de las más especializadas en esta bebida, incluye unas ediciones especiales o limitadas, tienen variaciones de preparación y de granos, apenas para darse gusto con un buen café, pedí el método prensa francesa, pero puede tomarse el tradicional expreso,capuchino o  probar con métodos no tan convencionales, como un aeropress. Por 6 mil pesos recibí mi tinto sin demoras, pero también sin ningún tipo de interacción, es decir usted va por su café, más no recibirá ningún  explicación de lo que toma, recomiendo ir a la fija y pedir el tinto con la preparación que sabe que le gusta. El poco movimiento de gente en el lugar, me dió tiempo para  analizar cada esquina, la decoración muy clásica empezando con la caja registradora antigua evoca esta vez un barco como el titanic, así que me sentí como Rose sin jack, pues apenas acabe mi café , mi bote de rescate zarpó sin remordimiento alguno.

Café Cultor (Calle 69 # 6-20), es para quien quiera vivir una experiencia cafetera, está dentro de un contenedor, que se usaba para transportar granos, y por 3 mil pesos me transportó  por las zonas cafeteras del país, está dedicado exclusivamente al café de comercio justo, usted puede tomar café o tomar un curso de barista, ir a catas y talleres mensuales, es uno de los sitios dedicados por completo a la cultura cafetera.

Finalmente llegué a Café Bourbon, (calle 70a No 13-83), pequeño pero tan acogedor y agradable que se siente uno en casa, aquí el servicio es tan personalizado que entablas confianza de inmediato, pedí recomendaciones de un tinto,  me dieron la opción de oler los granos de tres tipos, todos colombianos y todos con variaciones frutales, luego elegí el modo de preparación, Jhonatan, barista profesional, me explicó el procedimiento de Dripper,  un método de filtrado en papel que permite regular de forma manual el proceso de preparación del café. Mientras caía el café filtrado Jhontana, me contaba sobre un buen café, su variación y sus trucos, sentí que estaba en una clase y realmente por 4 mil pesos, aprendí algo más que como prepararlo, lo que se me hace un valor agregado a esta experiencia.

Sin duda el mejor café es el que a usted más le guste, sin embargo detalles en la preparación pueden asegurarle uno de buen sabor y textura. Es claro que existen otros sitios especializados en café por la ciudad, y para mi la democratización del mismo ha hecho que todos podamos disfrutar de un buen café por el precio que ofrece Tostao, que dicho por expertos  baristas como Jhonathan, es un buen grano y su preparación hace que sea un buen café, así que un tinto caro no garantiza un café de buena calidad, muchas veces es solo nombre o experiencia, otros tienen las dos, está en usted elegir qué café quiere hoy.

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