Tomar una botella de agua tarda unos 15 minutos, pero el tiempo que se demora esa botella en descomponerse en el planeta son 700 a 1.000 años, según la Fundación Aquae.
Para tomar conciencia del daño que ocasiona el plástico al medio ambiente, es fundamental entender cómo contamina por ejemplo una botella de plástico. Esta es producida a base de petróleo, es decir; que una botella de plástico empieza a contaminar, desde que es materia prima, ya que la extracción de petróleo es bastante contaminante para el planeta.
Una vez que una botella de plástico cumple con su función (almacenar algún líquido, hasta que sea utilizado), por lo general es desechada, y solamente el 30% del plástico es reciclado. Ahora, podemos pensar entonces que el vidrio puede mejorar el impacto negativo sobre el medio ambiente, sin embargo, la elaboración de productos de vidrio tiene asociada una serie de emisiones atmosféricas, siendo las más importantes las originadas en los hornos de fundición, tanto por volumen, como por las características de los contaminantes.
En este punto empezamos a ver el vaso medio vació y sin muchas esperanzas, pero gracias a esta preocupación y constante búsqueda de algunos por tratar de minimizar el impacto negativo que dejamos sobre el medio ambiente, aparece el agua en caja (TetraPak), una idea que parecía ser una tendencia pero que hoy empieza a convertirse en una necesidad.
En España, existen marcas como Agua Encaja Mejor, y en Colombia tuve la oportunidad de probar @Unquintoagua.
Esta propuesta nace como una idea de emprendimiento universitario, donde su fundador Felipe Echavarría, creó la primera caja de agua de cartón hecha en Colombia. Su nombre se debe a que por cada compra que se realice de este producto, un quinto va dirigido a llevar agua potable a las comunidades carentes del vital líquido, en la Guajira.
Al ser 74% hecha de cartón, esta se convierte de inmediato en el envase de agua que menos huella de carbono deja en el planeta, a diferencia del vidrio y del plástico, esta es mejor para el medio ambiente.
Es aquí donde el viaje de una gota de agua empieza no solo a ser una realidad de un recurso renovable sustentable, sino a tomar más valor al ser destinada a calmar la sed de cientos de guajiros que poco acceso tienen a este recurso natural.
Según el censo del 2018 realizado por el Dane, el 13,6 % de los colombianos no tienen acceso a agua potable, y uno de los departamentos con menor acceso es La Guajira.
El viaje de una gota de agua en medio del desierto guajiro, es quizás el más largo y atropellado que debe cruzar un chorro de este recurso natural para llegar a su destino final, y es que esta se obtiene luego de cavar pozos o caminar por horas hasta el jagüey más cercano desde cualquier ranchería, estas son el escenario de una cultura que convive en medio de perros ladrando y niñas casadas desde muy jóvenes atendiendo a maridos, abunda la riqueza cultural y escasea lo esencial, lo cual se ha convertido en el principal problema de esta comunidad. Lo que a la mayoría nos cuesta segundos obtener al abrir una llave, puede tardar horas enteras para un guajiro.
Durante años este ha sido tema de debate nacional y preocupación de entes internacionales, pero muy poco hemos visto traducida en hechos ayudas concretas esas preocupaciones. Así que si comprando agua en caja no solo ayudamos al planeta, sino que contribuimos a las comunidades guajiras, esta es sin duda la propuesta más innovadora, acertada y grandiosa que merece o apoyo. En la página unquintosas.com, puede hacer clic para cambiar su vida y la de alguien más.