Publicidad

Manotazos

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Miguel Gómez Martínez
18 de octubre de 2008 - 05:24 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

LA HUELGA DE LOS CORTEROS DE caña del Valle del Cauca es un excelente ejemplo de lo difícil que resulta superar cualquier  conflicto en Colombia. Como en toda diferencia de carácter laboral, las dos partes tienen argumentos válidos.

Los corteros, entre 13 y 15 mil trabajadores, realizan una labor dura y exigente. Cortar caña es un trabajo pesado que es remunerado a destajo, como lo son muchas de las labores agrícolas en Colombia y en el mundo. Varias de las peticiones de los trabajadores son válidas y deben ser atendidas por los ingenios azucareros.

 Pero como sucede con frecuencia en Colombia, el conflicto laboral ha sido absorbido por otro tipo de intereses. El primero de ellos es político. Los corteros quedaron inmersos en la puja interna del Polo Democrático, que se encuentra en un proceso de elección interna. Las diferentes fracciones de este partido quieren capitalizar el movimiento de los corteros en su favor. Figura central de este proceso es el senador del Polo Alexander López, obsesionado por debilitar a su contrincante político regional, el ex gobernador Angelino Garzón. Los tenores del Polo, los senadores Robledo y Petro, aprovechan la coyuntura para obtener réditos políticos de corto plazo. Piedad Córdoba quiere sacar tajada de la oportunidad. A todos ellos poco les importan las familias de los corteros que llevan semanas sin ingresos ni les preocupa que un sector económico vital para la región esté siendo seriamente amenazado.

En la misma tónica está la CUT. Para ellos lo importante es forzar la creación de un sindicato único de industria que puedan manipular a su antojo y sea una fuente de financiación. Una fracción significativa y creciente de los corteros no está en huelga y quiere un arreglo. Hasta ahora la negociación no ha sido posible. A la CUT lo que realmente le interesa es aumentar su presencia en un sector que no han logrado penetrar hasta el momento.

Además, como ya lo señaló el Fiscal General, hay infiltrados cuyo único objetivo es generar violencia y que muy seguramente reciben órdenes de la guerrilla de las Farc y del debilitado Eln. Tampoco les interesan los corteros; ellos son sólo una excusa para generar desorden.

 A todos estos actores, cuyos intereses no coinciden sino tangencialmente con los de los corteros, lo que les importa es aumentar su influencia en un sector cada vez más estratégico por la producción creciente de alcohol. Eso es lo que realmente les atrae a los políticos, los sindicatos y la guerrilla. Quien controle la producción de alcohol será un actor en el abastecimiento energético del país.

Los corteros parecen superados por tantos padrinos que hoy reclaman su vocería. En este conflicto, que podría ser solucionado rápidamente si cesara la manipulación, ellos serán los únicos perdedores. No se puede olvidar que el proceso de corte puede ser mecanizado, como lo es hoy en muchos países del mundo. Ellos lo saben y este conflicto seguramente va a acelerar esta tendencia.

 Las manos de los corteros son fuertes y callosas. Pero más poderosos son los manotazos de todos aquellos que, por intereses diversos, quieren raparse una parte del poder económico y regional.

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.