El plan de Kamala Harris para abordar el problema del costo de vida en Estados Unidos se centra en reducir los precios de la vivienda, los alimentos, los gastos médicos y los impuestos.
Sin embargo, un análisis de políticas similares implementadas en otros países a lo largo de la historia sugiere que estas medidas tendrán resultados contraproducentes.
En la década de 1980, Argentina enfrentó una grave crisis económica, en parte debido a políticas mal diseñadas para abordar la escasez de viviendas. El gobierno impulsó la construcción y ofreció subsidios a los compradores de propiedades con la esperanza de revitalizar el mercado inmobiliario. A pesar de los esfuerzos, la falta de planificación resultó en construcciones de baja calidad y en la creación de una burbuja de precios. Esta burbuja exacerbó la crisis económica cuando estalló sin resolver el déficit habitacional.
En Estados Unidos, el plan de Harris propone la construcción de tres millones de viviendas y ofrece subsidios de hasta 25.000 dólares para los compradores de primera vivienda. Aunque esta estrategia parece prometedora para algunos, la experiencia argentina sugiere que resultará en un aumento de los precios y en una crisis de oferta y demanda en el mercado de la vivienda.
Otra parte del plan de Harris es la implementación de controles sobre los precios de los alimentos. En los años 90, Brasil impuso una serie de controles de precios para intentar frenar la inflación galopante. Inicialmente, parecía que la medida ofrecía un respiro a los consumidores; sin embargo, la realidad fue muy diferente. Los productores, incapaces de cubrir sus costos bajo los precios controlados, redujeron la producción, lo que llevó a la escasez de productos básicos en los supermercados y al florecimiento de un mercado negro. Además, el faltante generó tensiones sociales y una creciente desconfianza en el gobierno. Las políticas de control de precios, como las que propone Harris para combatir el aumento de los costos de alimentos, podrían conducir a resultados similares, afectando la oferta y la disponibilidad de productos esenciales en Estados Unidos.
En el ámbito de la salud, Harris propone limitar el precio de medicamentos como la insulina y los pagos para los pacientes, una medida que, en teoría, reduce los costos médicos para los pacientes. Sin embargo, la experiencia de Reino Unido a principios de los años 2000 ofrece una lección importante. El Servicio Nacional de Salud británico controló los precios de los medicamentos para hacerlos más accesibles, pero estas restricciones llevaron a una disminución en la disponibilidad de ciertos tratamientos y a largas listas de espera para procedimientos importantes. Esto sucederá en Estados Unidos si los controles de precios no se gestionan adecuadamente, especialmente en un mercado tan complejo como el de los medicamentos.
Finalmente, el plan de Harris incluye recortes de impuestos para familias de ingresos bajos y medianos, con la expansión de créditos fiscales y la reducción de tasas para quienes ganan menos de 400.000 dólares al año. Sin embargo, Grecia ofrece un ejemplo de los riesgos de implementar tales políticas sin un respaldo fiscal adecuado. Durante la década del 2000, el gobierno griego llevó a cabo una serie de programas de bienestar social y reducciones fiscales sin tener en cuenta su capacidad real de financiación. El resultado fue un rápido aumento de la deuda pública, lo que llevó a una crisis financiera que casi colapsó la economía del país. Si Estados Unidos sigue este camino sin un control fiscal adecuado, enfrentará un aumento descontrolado de su deuda nacional, poniendo en riesgo su estabilidad económica a largo plazo.
Cada uno de estos ejemplos demuestra cómo políticas, sin una implementación cuidadosa y un análisis riguroso de las posibles consecuencias, pueden llevar a resultados adversos. El enfoque en soluciones rápidas y populares a menudo ignora las lecciones del pasado, donde los intentos de controlar precios o estimular mercados han tenido efectos no deseados, desde la creación de burbujas económicas hasta la escasez de productos básicos y el aumento insostenible de la deuda pública.
Las cosas como son.
* Mookie Tenembaum aborda temas internacionales como este todas las semanas junto a Horacio Cabak en su podcast El Observador Internacional.