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Adiós al humanismo

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Nicolás Rodríguez
01 de octubre de 2010 - 10:11 p. m.
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Primero fue la cuestión de la identidad nacional, la pregunta ya obsesiva de algunos franceses por quiénes son y qué los define, más allá de la “baguette” y el buen queso, pero ojalá y en contra del cuscús.

El debate sobre la identidad nacional que el presidente Sarkozy, de padre húngaro, retomó de la extrema derecha tuvo poca acogida entre los franceses, que en general no lo consideraron constructivo. Pero claro, se avecinaban las elecciones regionales y en tiempos de votos, buenos son los devotos.

En defensa de la República pronto aparecieron los llamados a entonar en los colegios esa extraña oda a la violencia que es la Marsellesa y arreciaron, también, las quejas contra la burka, contra los que no hablan francés, contra el machismo de los que obligan a la burka y no hablan francés y así, hasta llegar al islam mismo, que hoy por hoy es mayoría en Francia.

Ahora se aproximan nuevas elecciones, esta vez presidenciales, y la estrategia no varía. Del mundo musulmán pasamos al de los gitanos, presa fácil del discurso antiinmigrante con que Sarkozy, con calculado desparpajo, inició su campaña política, nuevamente en busca de la aprobación electoral de los más distinguidos ciudadanos, los mismos que se ufanan de la sangre, anteponen la herencia y se niegan a admitir que la cultura de quienes antes llamaban “los otros” dejó de ser, en realidad, la cultura de los otros.

El escándalo fue mayúsculo, Francia entera fue noticia en los periódicos del mundo, liberales e izquierdistas, cierto, pero también conservadores. Nadie se explica cómo la cuna misma de la promulgación de los derechos humanos llegó a semejante torpeza. Y sin embargo ahí está. Y lo que es peor, no está sola: la Comisión Europea acaba de posponer la apertura de un procedimiento que bien habría podido llevar a una sanción ejemplar. En adelante, si a Francia le fue permitido expulsar gitanos, cada país miembro de la Unión Europea tendrá derecho a hacer lo propio con sus inmigrantes. Por política electoral o simple xenofobia.

nicolasidarraga@gmail.com

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