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Agazapados

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Nicolás Rodríguez
15 de julio de 2023 - 02:05 a. m.
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Esta semana se supo que el Gobierno de los Estados Unidos dejó de monitorear los cultivos llamados ilícitos. Se suspendió, por ahora, el uso de las imágenes satelitales que controlaba la propia CIA.

Las razones van desde la preocupación por la crisis del fentanilo, hasta el aparente cambio de discurso en la guerra contra las drogas, pasando por el reconocimiento, bastante tardío, de la existencia del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de las Naciones Unidas, del cual se dice que tiene mayor legitimidad y se encarga de lo mismo, aunque con metodologías igualmente discutibles.

Antes de aplaudir el supuesto fin de la intervención de los Estados Unidos en este tipo de prácticas de fiscalización aérea, sería útil discutir el origen de su política satelital. Como bien se sabe, esta se disparó como competencia en épocas de Guerra Fría. Además de la sola lucha por quién llegaba primero al espacio, los avances tecnológicos asociados a los satélites no tardaron en ser empleados para labores de espionaje, guerra contra el comunismo y monitoreo incipiente de los cambios climáticos.

De la mirada aérea sobre los cultivos de comida de la Unión Soviética se pasó, con facilidad, a cualquier otro tema (monitorear volcanes, aeropuertos, represas, etc.). Si bien algunas imágenes seguían siendo “clasificadas”, hasta los civiles fueron invitados a hacer uso de las herramientas visuales que ofrecían los satélites. Era cuestión de tiempo (un par de décadas) para que la CIA empezara a hacerle seguimiento satelital al tema de la coca en América Latina. De manera impune, distante y agazapada.

Si se concreta en el tiempo (¿un republicano lo revertiría?) que la cosa definitivamente no va más, estaríamos ante el desmonte de uno de los pilares sobre los que se ha mantenido la injusta guerra contra la coca y sus cultivadores. Cabe recordar, sin embargo, que en los lineamientos de las Naciones Unidas la coca sigue siendo tratada como cocaína.

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Carlos(34560)15 de julio de 2023 - 09:56 p. m.
Estarán felices los carteles productores y exportadores de cocaína. La guardia indígena solo ve cultivos de pan coger, los cultivos ilegales como cosa rara no los ven.
  • Libardo(10892)15 de julio de 2023 - 11:41 p. m.
    Carlos, usted parece el alter ego de Apenas. La coca no es cocaína, así como un cuero de vaca no es un bolso o un par de zapatos hasta no surtir varios procesos. Eso de la mata que mata no rima en la realidad.
alberto(08460)15 de julio de 2023 - 06:57 p. m.
Fumigar la coca es como fumigar los viñedos para evitar que se propague el alcoholismo. Nota: el comentario es burdo: la coca es mas saludable que la uva.
  • Carlos(34560)15 de julio de 2023 - 09:53 p. m.
    La coca si es saludable, pero no la confunda con la cocaína; esa si que es una completa plaga.
luis(18551)15 de julio de 2023 - 04:47 p. m.
Es una infamia que Naciones Unidas siga con la "confusión" de la coca y la cocaína. Esa es buena parte de la Guerra contra las Drogas.
Felipe(94028)15 de julio de 2023 - 02:52 p. m.
En Colombia casi no hay uso alimentario o medicinal de la coca, el 97,3% de la coca cultivada es para producir pasta base y clorhidrato de cocaína. No nos pretendan engañar con divagaciones. El cocalero ya no mueve voluminosas cargas en mulo, elabora pasta base, mejor pagada y fácil de transportar en moto. Decirle a un campesino cocalero que se dedique a cultivar arracacha es un chiste, ni él quiere ni los traquetos se lo permiten. Dejen ya el embeleco.
  • Libardo(10892)15 de julio de 2023 - 11:57 p. m.
    La columna no menciona a los consumidores, motores del negocio y ustedes dos tan sapientes tampoco y si mencionan un producto legal de mínimo consumo como alternativa. Parecen republicanos.
  • Carlos(34560)15 de julio de 2023 - 09:54 p. m.
    Totalmente de acuerdo. Si no se fumiga o erradica de manera oficial los "campesinos indígenas" jamás dejarán tremendo negocio.
Pedro(18355)15 de julio de 2023 - 12:16 p. m.
Huw Edwards, presentador estrella de la BBC, es acusado de pagarle 187 millones de pesos a una chica de 17 años que se había ido de la casa, estaba viviendo en un hotel y vendía imágenes de su cuerpo para financiar una adicción al bazuco. El mundo identifica a Colombia con la cocaína y el bazuco. Si Colombia quiere tener una reputación merecidamente digna en el mundo, tendrá que solucionar el tema de la cocaína. No hay de otra.
  • alberto(08460)15 de julio de 2023 - 06:48 p. m.
    Claro, con el fentanilo.
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