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Nicolás Rodríguez
02 de febrero de 2019 - 05:00 a. m.
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El autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, ganó momentum y desató una seguidilla de comedias de miedo cuyo desenlace está por verse.

Como se sabe, el mismo estadounidense que ayudó a legitimar la invasión a Irak en 2003 con mentiras se pavoneó recientemente con una libreta de notas en la que su lista de tareas informaba de la posible llegada de 5.000 soldados a Colombia.

John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional con cara bonachona, libreta de colegial y pasado de incendiario (sugirió bombardear Irán para detener su programa armamentístico), fue rechazado en Colombia por unos pocos opositores al aparente plan trazado por los Estados Unidos para Venezuela.

Otros, más entusiastas, enarbolaron las banderas del Tío Sam que visita de la mano de Trump, una vez más, su jardín interno. Como lo hiciera en Guatemala en los 50 para derrocar un gobierno democrático, o en Chile para sacar a Allende y afianzar una dictadura. Ahora, además, incentivado por el eje Duque-Bolsonaro, que pareciera que le apuesta a lo militar por encima de las salidas políticas.

No tardó Francisco Santos, nuestro embajador, en celebrarle la pilatuna a Bolton, a quien considera un “hombre de gran trayectoria” (y legados, Pachito, pues a la crisis creada en Irak tras el derrocamiento de Huseín le siguió el desmadre en Siria, además del grupo radical Isis).

Del lado del régimen militar de Maduro, en Venezuela, no podía faltar una buena dosis de humor caribeño, ahora francamente convertido en una posible historia de terror. “Dos millones de milicias listas”: así respondió a la provocación estadounidense, con una libreta igual de ramplona, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello.

Mientras los unos juegan a la guerra, Maduro, que gusta del mismo lenguaje, se aferra a lo que puede: represión a la prensa, incluida la extranjera; negación total de la crisis humanitaria; histriónicas muestras de poderío militar en marchas y tanques, y abrazos de oso con Rusia, China, Turquía y hasta Arabia Saudita.

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