Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Para que pare el genocidio en Palestina hay que detener su economía. O por lo menos cuestionarla. Hacia allá se dirige el último informe presentado por la la Relatora Especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese.
En “De la economía de la ocupación a la economía del genocidio”, Albanese vuelve a un tema que no es nuevo ni para las Naciones Unidas ni para el derecho internacional o los interesados en la justicia transicional. Incluso para la ética empresarial o la “responsabilidad corporativa”… en fin, cualquiera sea el apelativo de turno mediante el que se le pueda dar la atención que merece al problema urgente de la rendición de cuentas por parte de los que participan en economías que contribuyen al deterioro de los derechos humanos.
El informe de Albanese no es exhaustivo, pero ofrece un panorama suficiente de corporaciones que al proveerle tecnología, financiamiento e infraestructura al Estado de Israel sostienen una economía que de la ocupación transita al genocidio.
Mediante el rompecabezas de la economía política del despojo de tierras y lo que se requiere para su transformación, para tomar un ejemplo, se van aclarando los roles de unos y otros. Los sectores involucrados van desde los más evidentes por el lado de la fabricación de las armas hasta los usualmente menos interrogados, como pueden serlo los fondos de pensiones y las aseguradoras.
Resuena el argumento sobre el uso del espacio de “guerra” (genocidio) como especie de laboratorio privilegiado para fabricantes de armas y testeo abierto de nuevas y grandilocuentes tecnologías, algo que con seguridad también estará ocurriendo en Ucrania.
Es imposible obviar la participación de contratistas norteamericanos y el llamado complejo militar-industrial cuya experticia en temas de inteligencia aérea pasó por el sur del país con el Plan Colombia sin que se pudiesen hacer preguntas de ningún tipo.
El Plan Colombia: ese otro laboratorio en el que se pusieron a prueba tecnologías y formas de ver.
