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El Gatico

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Nicolás Rodríguez
11 de febrero de 2023 - 02:05 a. m.
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Atrás quedó la simbología nacional de la paloma de la paz. El profesor Francisco Gutiérrez ya nos había explicado, en referencia a la forma olímpica en que el Estado colombiano hizo pactos que no cumplió, que “el animal de la paz en Colombia no es la paloma sino el conejo”.

Hoy volvemos con un gato al escenario de los sapos que es preciso engullir para sacar adelante procesos de paz difíciles de digerir. Condenado por el homicidio del periodista Rafael Prins y designado por el alto comisionado para la Paz como facilitador para el sometimiento de grupos armados —decisión que luego reversó—, Jorge Luis Alfonso López (alias el Gatico) puso a prueba los lineamientos básicos de la paz total.

Hasta que no esté mucho más claro bajo qué condiciones y limitantes operan estos mediadores, al fiscal Barbosa le será fácil sobresalir con muy poco. Lo mismo ocurre con el sector de la oposición que insiste en denunciar la existencia de un pacto de La Picota encabezado por el propio hermano del presidente.

Sin embargo, es apenas entendible que el también hijo de Enilce López, alias la Gata, podría ser de utilidad. Dada su cercanía con el poder criminal y político del departamento de Bolívar, sus gestiones podrían llevar a algún lado. El problema es que no sabemos con certeza cómo ni hacia dónde.

El Gatico ya lo intentó, no sobra recordar, con la JEP sin mucho éxito. Según lo explicaron en su momento en el Comunicado 016 de 2021, la JEP rechazó el sometimiento del Gatico por no presentar “un compromiso claro y concreto de verdad”, y resolvió “no concederle el beneficio de libertad transitoria, condicionada y anticipada que había solicitado”.

La posible ayuda estratégica que por su conocimiento de los poderes regionales podría haber facilitado el Gatico riñe con la memoria y realidades de los familiares de su víctima.

Otro gran sapo que habría que embuchar. Uno con nombre de gato pequeño.

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