Tenía razón el periódico La República cuando cubrió la segunda inauguración del túnel de La Línea (ya Uribe se le había adelantado al que dijo Uribe, al hacerse aplaudir en el 2008 con una obra inconclusa). Esta era, según las proféticas páginas de La República, “la obra más representativa de la ingeniería colombiana”.
Una obra costosa y, según sus peores críticos, mal diseñada, pésimamente adjudicada y peor ejecutada. Pero, sobre todo, una obra por terminar y ya cerrada al tráfico convencional. Además de inaugurada dos veces y por inaugurar otras tantas (tiene un solo carril, para pensar en grande lo que sigue).
El...
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