Fotos mentales

Una sola foto tomada en el 2012 le sirvió a Herbin Hoyos para acusar a los indígenas del Cauca, en el contexto actual de su minga, de andar armados y vestidos como guerrilleros. Ante la presión de las redes y la indignación del autor de la fotografía, Hoyos corrigió en Twitter hasta donde quiso: que la foto no dice lo que dijo y que disculpen el error.

¿Le siguen pareciendo terroristas los indígenas al activista que dejó el periodismo informativo para hacer política partidista apropiándose de las experiencias del secuestro de las víctimas? Por supuesto que sí. Como bien lo dijo uno de sus seguidores, que Hoyos tuvo la delicadeza de retuitear después de sus sentidas disculpas: el error fue apenas cronológico. En la imagen “no hay ninguna mentira”. Persiste el “contubernio indígenas-narcoFarc”.

Desafortunadamente ni Hoyos ni sus hooligans están solos. Independientemente de las realidades en que habitan los indígenas del Cauca, existe una narrativa difícil de quebrar entre los que creen que las Farc todavía existen como guerrilla (las tales disidencias no existen) y que los indígenas siempre han sido sus aliados. Entre tanto, un determinado cubrimiento periodístico de la minga y la infiltración de saboteadores se han encargado de corroborar los mismos imaginarios.

Desde la extrema derecha era de esperarse que un Fernando Londoño afirmaría que el bloqueo de la Panamericana obedece a que “las Farc están usando a los indígenas para sacar la coca de la zona”. Desde otros lugares menos obvios, sin embargo, persisten los reflejos mentales de la política de seguridad democrática con la que se acusó a los indígenas de aliados del terrorismo durante tanto tiempo.

Ante la explosión ocurrida recientemente en el Valle del Cauca, en la que murieron ocho indígenas y sobre la que no se tiene todavía suficiente información, lo primero que surgió fue la idea de una “manipulación ilegal de explosivos”. Otra foto mental que circula con facilidad y que se presta para malas interpretaciones.