Publicidad

Guerra al sur

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Nicolás Rodríguez
09 de abril de 2022 - 05:30 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Otra forma de hacer trizas la paz es a través del Ejército.

Bajo el liderazgo del ministro de Defensa y la inquebrantable “fe en la causa” del general Zapateiro, vamos en que lo ocurrido recientemente en Putumayo es un paso definitivo hacia el “fin” del narcotráfico. Uno más.

Recordemos que el ministro nos explicó con ironías, como si se tratara de un asunto menor, que el operativo militar “no fue contra inocentes indígenas, sino narcococaleros”. La operación, agregó, fue legítima.

Tanto así que Duque, incentivado por su ministro, tuiteó sobre “la neutralización de 11 integrantes de disidencias de las Farc y la captura de cuatro criminales más”. Como bien lo supone la filosofía de su gobierno: “sin tregua”.

Ahora ya nos confirma la Fiscalía lo que en su momento afirmaron quienes sobrevivieron para contarlo: los cuatro presuntos criminales son en realidad tres heridos y un menor de edad recuperado. Ninguna captura.

Zapateiro fue aún más lejos a la hora de defender la operación. Además de la referencia al “estricto respeto por los derechos humanos y el acatamiento del DIH”, insinuó que se actuó en respuesta a alertas tempranas sobre la zona de Puerto Leguízamo. Según las alertas, estaban en riesgo tanto los líderes sociales como los habitantes de la región. Había que actuar por “obligación constitucional”.

Además de las familias desplazadas, tras la intervención militar murieron 11 personas. Entre estas, un menor de edad y dos líderes sociales: Didier Hernández Rojas, presidente de la Junta de Acción Comunal, y Pablo Panduro Conquinche, gobernador de un cabildo indígena.

Los bomberos inician el incendio. Y en vez de disculpas se oyen aplausos.

La supuesta legitimidad de la operación proviene de la mal llamada lucha contra el narcotráfico. Para este Gobierno, campesinos e indígenas que cohabitan con cultivos de coca y grupos armados son objetivos eliminables, 20 años después de haber inundado el departamento de Putumayo con glifosato.

Conoce más

 

Mauricio(tp9lp)10 de abril de 2022 - 12:25 a. m.
Personajes de la picaresca criolla estos tres de la columna: el tiesto de sub presidente, sin una política en cuanto al manejo de la paz que heredó del gobierno que la logró, pero que el inepto la volvió trizas; el don Juan costeño de Zapateiro, enamoradizo de cuánta falda ve en los consejos de seguridad y el corrupto Mol Ano, el peor ministro de guerra de todos cuantos ha parido la nación
Martha(25230)09 de abril de 2022 - 11:20 p. m.
Hasta cuando tendremos que aguantarnos a Molano,es un tipo ignorante y belicista, y no esconde su condición de individuo para quien todo se resuelve con fusiles,gas lacrimogeno,bolillo y bala, de entrada siempre está de lado de los agentes militares,policias,ESMAD,y se solaza hablando de maquinas de guerra,y no entiende porque eso es inadmisible.
Luciano(02077)09 de abril de 2022 - 10:23 p. m.
Algún día, tendrán que llevar a Duque y sus secuaces, a la CPI.
Fernando(70558)09 de abril de 2022 - 08:17 p. m.
Desesperados por la pérdida del poder que se les avecina, montan escenas de combates con inocentes transeúntes que hacen pasar por guerrilleros; si por casualidad hay un niño, mejor, para imprimirle + dramatismo. Las versiones son tan burdas q no parecen salidas de la inteligencia militar, sino de los payasos del circo.
Mauricio(13282)09 de abril de 2022 - 07:43 p. m.
Mucho se les advirtió que si volvian a re re re reelegir el terrorismo de Estado encarnado en la seguridad democrática cualquiera podria ser el proximo falso positivo......y continuaremos la masacre si reelegimos la doctrina criminal de uribe, ahora encarnada en el chirrete paisa............
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.