Impresentables

Por fin Alejandro Ordóñez logra un acuerdo sobre lo fundamental: Gobierno y oposición se oponen a sus torpes opiniones sobre el supuesto uso político de la migración venezolana por parte de la dictadura de Nicolás Maduro.

Ni siquiera el canciller Holmes Trujillo lo respaldó en su delirante andanada xenófoba. Aunque ha podido ser mucho más contundente, la indirecta rectificación del canciller, quien reiteró que los migrantes son bienvenidos en Colombia, fue en realidad una corrección en público. Una merecida desautorización.

La crisis que vive Venezuela le ha permitido a la plana mayor del uribismo hacer politiquería guerrerista con posiciones radicales y efectistas. Con todo y los que amenazan con intervenciones militares, la política migratoria de Iván Duque es de lo poco que destaca en su corta pero ya bastante dañina gestión como presidente encargado de lo que necesite Uribe para trancar la justicia transicional. Lo dicho por Ordóñez va en contravía de los esfuerzos del Estado colombiano por ayudar a los venezolanos con sus necesidades más insatisfechas.

Por lo demás, aun así regañado, a Ordóñez se le compensó primero con una embajada por sus buenas labores a la hora de ayudar a empujar el coco del castrochavismo y otras posverdades que tan buenos réditos electorales aportaron al uribismo. El propio Uribe estará acostumbrado a estos trotes, pero que el funcionario premiado les resulte ahora impresentable a los moderados es paradójico, si no es que francamente divertido. Cogobernar con el populismo de derecha no es gratis.

El lamentable episodio acaso sirva de referencia para el futuro de lo que ha sido el manejo del tema de la paz. Por mucho que Duque insista en mantener una buena imagen ante la comunidad internacional, eventualmente pasarán factura las trampas de los macías; la retórica vacía de las palomas; los insultos a la razón, también impresentables, de los migueles ceballos (ahora dice el comisionado de Paz sobre el fracaso de las objeciones: “Más que el Gobierno, gana la constitucionalidad colombiana”).

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