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Petro no es Uribe ni se le parece (tanto)

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Nicolás Rodríguez
27 de abril de 2024 - 09:05 a. m.
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Se equivoca el presidente Petro al querer reducir la manifestación del pasado 21 de abril a una telenovela de ricos contra pobres. Su insistencia en resaltar los elementos más radicales y ruidosos de la marcha (el uribismo pura sangre nunca queda mal) lo lleva a imaginar que otros más saldrán a marchar igualmente emberracados.

Para los que cuestionamos la teoría fajardista que desde el reposo aséptico del cuidado de las ballenas afirma que los dos extremos se parecen, la tarea se dificulta. La predilección por el Estado de opinión que tanto se le cuestionó a Uribe y que Petro pretende encarnar con otros conceptos (ver la siempre esclarecedora columna del profesor Uprimny) tampoco ayuda.

E igual hay que insistir en diferenciar lo uno de lo otro. En su cubrimiento periodístico de la marcha de la oposición, María Jimena Duzán optó por darle espacio en su podcast al último informe sobre abuso policial realizado por la ONG Temblores. Acertada y generosa posición editorial. A diferencia de las movilizaciones contra gobiernos anteriores, en la marcha opositora a Gustavo Petro no hubo represión.

Parecería lo mínimo, pero no hace mucho tanta democracia era impensable.

Dicho lo anterior, también es cierto que la estrategia presidencial, entre paranoica, cínica y francamente pedante, desconoce a un sector cada vez más grande y legítimo de la ciudadanía inconforme con su gestión. Muchos, por lo demás, si no abiertamente matriculados en la izquierda desde siempre, por lo menos inicialmente curiosos y abiertos al cambio. Para esas personas el mensaje fue contundente: o están conmigo o están con ellos.

Entre tanto, aplauden y respiran en la extrema derecha, todavía acéfala y anteriormente perdida y sin norte. Después de todo, para qué invertir en futuras falsas verdades, bodegas y campañas de desprestigio para concursar electoralmente si el propio presidente se puso en la tarea de escribir el guion que no tenían.

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NAVY(47439)01 de mayo de 2024 - 12:39 p. m.
El mayor opositor de Petro es él mismo; Velasco y Sarabia pronto serán desempleados.
CARLOS(84821)28 de abril de 2024 - 12:40 a. m.
La derecha está pensando con el deseo. Interiormente se cuestionan su falta de coherencia con la Constitución del 91, causa de su caida, y en la calle pretenden mostrar que el pueblo está con ellos. Pero salen trabajadores amenizados por sus patronos que les dicen:si no salen se acabará el trabajo y ricos que están sacando dinero de sus ahorros para frenar el cambio, que los está sacando de su zona de confort. Las elecciones del 2026 no serán tan fáciles para URIBE y su combo.
Dario(48192)27 de abril de 2024 - 11:49 p. m.
Consecuencia de la mala y perversa distribución de oportunidades p los de a pie durante 200 años, es lo q nos tiene en el desgate comparar entre un tal "juanito alimaña", quien mediante un tramposa modificación de la carta magna p su reelección, gobernó en pro d los poderosos, el exguerrillero jefe d estado, trata de remediar esas esquivas oportunidades de los q no tienen seguro opción alguna de sobrevivir...!!
Felipe(94028)27 de abril de 2024 - 11:40 p. m.
Si Petro quiere imponer sus reformas sin ceder ni renunciar a nada, menos tiempo del que tardaría en montar su constituyente le llevaría ganar obtener mayorías en las elecciones legislativas, dentro de 2 años. Dice que la oposición no respeta el voto popular de 2002. Ese año fueron las anteriores legislativas que le dieron amplia mayoría a la suma del resto de bancadas, el Pacto apenas tiene el 18% de curules en el Senado y el 15% en la Cámara. Que se gane ese voto popular en 2026.
Enrique(79209)27 de abril de 2024 - 11:34 p. m.
Son muy parecidos en su egocéntria y mesianismo. El problema grave de Petro es su no aceptación a discrepar de sus ideas. se puede asimilar a la de un dictador, que los hay de derecha y de izquierda, en que solo se hace lo que YO pienso. Grave mal el que le está haciendo a la izquierda, ya que como hizo Duque, se convirtió en el jefe de campaña a favor de Petro, ahora este está de jefe de campaña de quien se postule por la derecha. Hay un efecto pendulo en la política. Lástima que no haya centro
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