Publicidad

Un contexto para el padre Francisco de Roux

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Nicolás Rodríguez
05 de febrero de 2022 - 05:30 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Desde dónde narrar el conflicto colombiano sigue siendo, por fortuna, una pregunta abierta. Ante un universo de más de nueve millones de víctimas, las posibilidades son prácticamente infinitas.

La categoría misma de víctima, restringida inicialmente a determinadas violencias físicas sobre determinados cuerpos, ha dado paso a cartografías del dolor más incluyentes. Anteriormente los familiares de las víctimas no eran considerados víctimas.

Como parte importante de la justicia transicional, el padre Francisco de Roux ha ayudado a impulsar nuevas gramáticas de la victimización. Quizás por eso, su uso de la palabra “liberación” para referirse a la guerra entre guerrillas y paramilitares en Barrancabermeja causó serios reparos entre víctimas y asociaciones defensoras de los derechos humanos.

¿Cómo podría un grupo armado tan violento como las Autodefensas Unidas liderar algún tipo de “liberación”? De Roux supo disculparse y aceptó las críticas que recibió. Sin embargo, vale la pena volver al lenguaje y los supuestos de lo que se pretendía argumentar.

Pues más allá de las bienvenidas disculpas, el padre De Roux no estaba enteramente equivocado. Hay un contexto para sus palabras que no fue tenido en cuenta. Al margen de los enfoques que parten de la centralidad de las víctimas, el registro era el de los cálculos militares y el equilibrio de fuerzas.

Se nos recordó, entonces, que para cuando la estrategia política y militar de las Farc-Ep se imponía y el Estado colombiano cedía terreno entró en vigencia el Plan Colombia y fue elegido Álvaro Uribe. Ahí cambió la relación de fuerzas. Pero ni el Plan Colombia ni Uribe habrían sido exitosos sin el paramilitarismo y sus masacres.

Que el encargado de afirmarlo sea el actual presidente de la Comisión de la Verdad, incluso a través de la complicada idea de la liberación, es un avance para la memoria histórica del país. Y el reconocimiento de las víctimas.

Conoce más

 

Miguel(78770)06 de febrero de 2022 - 04:44 a. m.
Que deshonestidad o que manipulacion tan cínica de los hechos por parte de aquellos q ocultan a las narcoguerrillas de far y Eln como actores de los mas terribles acciones en contra del pueblo colombiano,en el mismo rango de.barbarie q las de.los paras
PEDRO(90741)05 de febrero de 2022 - 09:11 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 183 días para que termine este inmoral gobierno. No comprometa su voto a cambio de dádivas o elementos materiales.
Helena(66766)05 de febrero de 2022 - 08:17 p. m.
Excelente reflexión…! Gracias
angela(622)05 de febrero de 2022 - 07:48 p. m.
La exitosa acción de la SEGURIDAD DEMOCRATICA ,utilizada por el Dictador Civil de facto ALVARO URIBE y sus furibundos fascios ,mediante el terror, las masacres y el crimen con los paramilitares y la prostitución de las FUERZAS ARMADAS al presionarlas para su alianza con el psicópata de Carlos CASTAÑO ,la estamos viviendo de nuevo con su ventrílocuo Duque en su tercer gobierno
Lorenzo(2045)05 de febrero de 2022 - 07:37 p. m.
Como decía mi querido Facundo: "Dos males no representan un bien en ningún sentido". El sacerdote que mejor puede relatar la VIOLENCIA INSTITUCIONAL es Javier Giraldo: por largos años y sin escoltas se juega la vida al pié de los colombianos más pobres, victimizados mil veces por este Estado godo, neocon, patriarcal esquizofrénico=sicópata. Los gringos han sido desde "Panamá" tutores de este mal.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.