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Y todas las cosas

Nicolás Rodríguez

10 de abril de 2020 - 05:02 p. m.

El pasado 9 de abril el director del Centro Nacional de Memoria Histórica les envió un mensaje a las víctimas del conflicto armado desde su cuenta personal de Twitter. Bajo los lemas “Honramos a todas las víctimas en su día” y “#9AUnaSolaVoz”, Darío Acevedo dio a entender que desde su administración “todas” las víctimas serán tenidas en cuenta.

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El punto no es anecdótico. Con su apuesta por el reconocimiento de víctimas posiblemente olvidadas (léase, por ejemplo, militares y empresarios), el director del Centro de Memoria ha legitimado cambios sutiles y no tan sutiles, por aquí y por allá. Su caballo de batalla siempre ha sido el interés en expandir el universo de víctimas, como si tal cosa no hubiese sido posible desde la administración anterior.

Sin decirlo abiertamente, parecería que Acevedo considera que heredó una entidad dirigida con sesgos y arbitrariedades excluyentes. Visto con detenimiento, su benévolo y generoso mensaje de apoyo a “todas” las víctimas también es un ataque.

¿Y quiénes son “todas” las víctimas?

Uno de sus tuits ofrece algunos indicios: “Honramos a todas las víctimas en su día: campesinos, empresarios, sindicalistas, maestros, soldados, policías, militantes de UP, EsperanzaPazLibertad, liberales, conservadores, MOIR, mujeres, infantes, adultos mayores, LGBT, etnias, afro, etc., etc.” (sic).

Se dirá con razón que Twitter impone restricciones de espacio, y no cabe duda al respecto. Pero, aun así, ¿están acá, literalmente, “todas” las víctimas? ¿O recitó el director un directorio telefónico de las posibles identidades victimizadas? Pues esta es aparentemente la versión profesional y burocrática del ejercicio de la memoria que defiende Acevedo.

Peor aún, ¿quiénes son los etcéteras? ¿Realmente se sobreentiende? ¿Tiene algún sentido ético enumerar el dolor de los demás como si se tratara de una lista de verduras para la cuarentena?

Difícilmente podría una víctima sentirse homenajeada en su día a través de un ofensivo “etcétera” que bien podría expresar lo que sobra o lo que no cupo. Aquello que se da por descontado. O simple y llanamente importa menos.

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