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Barco, el último liberal

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Óscar Alarcón
28 de septiembre de 2021 - 04:59 a. m.
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Virgilio Barco fue un personaje sui géneris. Hay que recordarlo a los 100 años de su natalicio. Podría decirse que fue muy distinto del común de los colombianos. Hizo su carrera política y administrativa de una manera muy particular. Empezó a hacer proselitismo político en su natal Cúcuta con los hermanos Colmenares (Eustorgio y León) y también con Alirio Sánchez, con quienes fundó el diario La Opinión, que aún circula. A los 25 años fue concejal de su ciudad, como suplente de Jorge Eliécer Gaitán. Pero al mismo tiempo era un técnico e ingeniero reputado con especialización en MIT de Boston. Por eso sus amigos (y enemigos) aseguraban que era “manzanillo en Cúcuta y tecnócrata en Bogotá”.

Muy joven fue ministro encargado de Comunicaciones, luego titular de Agricultura y Obras Públicas, y posteriormente alcalde mayor de Bogotá. Pero vuelvo e insisto, fue sui géneris. No teniendo el don de la palabra, en este país de oradores y en la época en que ellos hacían política, llegó a la Presidencia de la República con la votación más alta que en su momento había tenido un candidato: 4′214.510, aventajando en más de millón y medio a Álvaro Gómez, su inmediato contradictor.

Fue el último liberal que hubo y logró su triunfo con sus programas liberales y con el grito de “dale, rojo, dale” que hizo que sus copartidarios salieran a votar. Después del Frente Nacional, y de un total de 28 años de administraciones compartidas, impuso el esquema de una democracia moderna: gobierno y oposición. Lucha contra la pobreza, derechos para los indígenas, guerra al narcotráfico, proceso de paz con el M-19 y el inicio del proceso de la Asamblea Nacional Constituyente. Fueron esos algunos de los temas sobresalientes que desarrolló en su gobierno. Pero para él, más que la guerrilla, el problema de Colombia era el narcotráfico, tanto que fue quien, como embajador en Washington, suscribió el tratado de extradición y lo aplicó en su gobierno.

Hombre distante, incomprendido, pero gran gobernante. Ojalá tengamos otros Barco para que naveguemos mejor.

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Contrapunteo(18670)29 de septiembre de 2021 - 03:33 a. m.
No creo que en otra columna, Alarcón escriba que quien ejercía el poder de verdad y detrás era Germán Montoya,en su su gobierno se fraguaron y cometieron asesinatos y lo manejaron a su acomodo,se dice que muchos ilícitos que se cometieron, ni siquiera él se enteró;estos liberales todavía sueñan con el trapo rojo. Alarcón cuente mejor con su chispa sus buenas continuas embarradas, pero lo dudo.
cristina(c6x7w)28 de septiembre de 2021 - 11:33 p. m.
Barco: digno representante de la maquiavélica maquinaria electoral del partido liberal... y no es que hablara poco... es que de español pocon pocon... lo suyo era el english bien puro... pésimo gobierno... ni con óleos santos lograra purificarlo
Pablo(88449)28 de septiembre de 2021 - 11:07 p. m.
Ahora Oscar Alarcón quiere mostrarnos a Barco como una eminencia cuando esta a la par de los perversos Gaviria, Samper, y de los protervos, malvados, granujas, canallas Uribellaco, Pastrana y Duque.
Francisco(30227)28 de septiembre de 2021 - 02:38 p. m.
barco: El peor presidente que ha tenido este platanal. pastrana y duque pueden estar tranquilos.
Jorge(7840)28 de septiembre de 2021 - 01:46 p. m.
Sí, también mantuvo seis organizaciones guerrilleras en la montaña, dos carteles de la droga, asesinatos diarios, coches bombas, secuestros. Aún recuerdo cuando en la Cumbre de la Droga en Cartagena le quitó el discurso al presidente Bush y se lo leyó en perfecto inglés y en perfecto servilismo. Vaya, liberal que tuvimos.
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