La Constitución de 1863 ha sido muy calumniada, sobre todo por quienes, encabezados por Rafael Núñez, ganaron la guerra de 1885 y aprobaron la Constitución del año siguiente.
El hecho de que la Carta de Rionegro se hubiera expedido “en nombre y por autoridad del pueblo y de los Estados Unidos colombianos que representa”, dio motivo para que el clero y el partido conservador la tacharan de “atea”. Sin embargo, ese Estatuto tuvo sus buenas disposiciones y varios fueron los gobernantes que lograron hacer con ella una eficaz gestión, a pesar de que establecía para los presidentes un breve período de dos años.
Uno de esos buenos mandatarios fue Eustorgio Salgar, quien gobernó de 1870 a 1872. Llamó a colaborar con su Gobierno a personas de distintos sectores políticos, como Salvador Camacho Roldán, Juan Trujillo, Felipe Zapata, Manuel María Mallarino.
A propósito de los hechos lamentables de que han sido víctimas nuestros compatriotas, protagonizados por el tristemente célebre gobernante venezolano, Nicolás Maduro, vale la pena recordar la actitud que asumió el gobierno de Eustorgio Salgar hace 145 años (el 28 de agosto de 1870) cuando la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay) invadía a Paraguay. Tenían el apoyo de la Gran Bretaña porque los ingleses propendían por sus intereses en el Cono Sur, las Malvinas incluidas. En ese ambiente, Colombia le tendió la mano al país hermano que defendía su soberanía, de la siguiente manera: “Si por efecto de la guerra, el Paraguay desapareciera como Nación, ningún paraguayo será paria en América. Con solo pisar tierra colombiana, ocasión en caso de producirse, gozará en forma automática de los privilegios, facultades, prerrogativas y derechos de un colombiano”. La nota la suscribían el presidente Salgar, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Zapata, y el presidente del Congreso, Jorge Isaacs.
¡Cómo contrasta esta actitud con la de un presidente que más parece ser de una “banana republic”… porque es Maduro!
La Constitución de 1863 ha sido muy calumniada, sobre todo por quienes, encabezados por Rafael Núñez, ganaron la guerra de 1885 y aprobaron la Constitución del año siguiente.
El hecho de que la Carta de Rionegro se hubiera expedido “en nombre y por autoridad del pueblo y de los Estados Unidos colombianos que representa”, dio motivo para que el clero y el partido conservador la tacharan de “atea”. Sin embargo, ese Estatuto tuvo sus buenas disposiciones y varios fueron los gobernantes que lograron hacer con ella una eficaz gestión, a pesar de que establecía para los presidentes un breve período de dos años.
Uno de esos buenos mandatarios fue Eustorgio Salgar, quien gobernó de 1870 a 1872. Llamó a colaborar con su Gobierno a personas de distintos sectores políticos, como Salvador Camacho Roldán, Juan Trujillo, Felipe Zapata, Manuel María Mallarino.
A propósito de los hechos lamentables de que han sido víctimas nuestros compatriotas, protagonizados por el tristemente célebre gobernante venezolano, Nicolás Maduro, vale la pena recordar la actitud que asumió el gobierno de Eustorgio Salgar hace 145 años (el 28 de agosto de 1870) cuando la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay) invadía a Paraguay. Tenían el apoyo de la Gran Bretaña porque los ingleses propendían por sus intereses en el Cono Sur, las Malvinas incluidas. En ese ambiente, Colombia le tendió la mano al país hermano que defendía su soberanía, de la siguiente manera: “Si por efecto de la guerra, el Paraguay desapareciera como Nación, ningún paraguayo será paria en América. Con solo pisar tierra colombiana, ocasión en caso de producirse, gozará en forma automática de los privilegios, facultades, prerrogativas y derechos de un colombiano”. La nota la suscribían el presidente Salgar, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Zapata, y el presidente del Congreso, Jorge Isaacs.
¡Cómo contrasta esta actitud con la de un presidente que más parece ser de una “banana republic”… porque es Maduro!