Publicidad

Macrolingotes

El abuelo de Gabo y las bananeras

Óscar Alarcón
21 de noviembre de 2023 - 02:00 a. m.

No cabe duda de que a García Márquez y a muchos nacidos en la región Caribe la masacre de las bananeras los marcó. La tragedia, ocurrida hace 95 años, habría pasado inadvertida si el joven parlamentario de la época Jorge Eliécer Gaitán no la hubiera denunciado, con pelos y señales, en un famoso debate que promovió en la Cámara de Representantes. Entre las muchas evidencias que reveló estuvieron los gastos excesivos de los gobernantes de la época con los dineros producto de la explotación del banano, que llevaron a los obreros a hacer la huelga. Una de las pruebas que mostró fue una certificación del tesorero de Aracataca, Nicolás R. Márquez, quien resultó ser el abuelo de Gabo.

En la sesión del 4 de septiembre de 1929, al año siguiente de la tragedia, Gaitán se refirió a cómo se malgastaba el dinero del municipio en gastos suntuarios, sin que el tesorero fuera culpable de esa conducta dolosa, sino que a él le ordenaban hacer los pagos. Gaitán le solicitó al funcionario esa información y él se la envió: “Aquí está el certificado oficial del tesorero de Aracataca, don Nicolás R. Márquez”. (La masacre en las bananeras. Jorge Eliécer Gaitán. Momo Ediciones, p. 31).

Entonces Márquez —su nombre completo era Nicolás Ricardo Márquez Mejía— conocía de primera mano la situación de la época y en conversación con su precoz nieto le hizo algunos comentarios que le quedaron en la cabeza y luego, ya mayor, los desarrolló en Cien años de soledad.

“Después de la muerte de mi abuelo ya nada me ha parecido interesante en la vida”, escribiría en sus memorias nuestro premio Nobel, nacido en 1927, un año antes de la tragedia. Muchos episodios los relataría Nicolás Márquez a su nieto, como este de los muertos que le sirvió para su ficción:

“José Arcadio Segundo no habló mientras no terminó de tomar el café. —Debían ser como 3.000 —murmuró—. [...] Debían ser todos los que estaban en la estación”.

 

jose(33220)22 de noviembre de 2023 - 03:00 a. m.
resumiendo : El abuelo de gabo fué el J E: Pizano de la época. y quién sería el uribe velez de ese entonces que dió la orden ? 2 quién el NHM para el entrampamiento ? quién el vldez de medicina legal para avalar las necropcias y servir de titere ? y quién sería el pacho (malo ) Barbosa para proteger a las gentes de bien que progrmaron la masacre?
Magdalena(45338)22 de noviembre de 2023 - 02:59 a. m.
Maravillosa columna Concluimos que los protagonistas de la corrupción politiquera cambian pero la historia es la misma.Guerra,masacres,violación a los derechos humanos .
Jorge(84283)22 de noviembre de 2023 - 12:53 a. m.
Muy amena su columna, como acostumbra, don Oscar. Gracias.
Alberto(3788)22 de noviembre de 2023 - 12:09 a. m.
Para quienes hablan de unos pocos muertos, el informe de la CIA en la época registra Más de MIL Asesinados.
Gerardo(35467)21 de noviembre de 2023 - 11:00 p. m.
Todo el crédito por la manera magistral como el Maestro Gabo registra este luctuoso (y monstruoso) momento de nuestra historia. Pero muy pocos dan crédito y mérito a Álvaro Cepeda Zamudio, quien al parecer, fue de los primeros en narrar para la literatura esta historia, si no estoy mal, en "La Casa Grande". Entiendo que eran tan mágicos los cuentos que narraba de viva voz en "La Cueva" que inspiró a varios contertulios
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar