“El americano feo”

Nunca tuve un buen concepto del embajador Myles Frechette y, después de leer el libro-reportaje de Gerardo Reyes, confirmo mi parecer.

Es la antítesis del diplomático. Según su versión para los EE. UU., estos países son mucho menos que una “banana republic”. ¿Cómo así que en cualquier oficina del Departamento de Estado en Washington le preguntaron que si le gustaría la Embajada de Colombia porque nadie quería venir a este país? Entonces respondió afirmativamente porque su padre había estado acá, pero asegura no acordarse quién le hizo el ofrecimiento.

Confiesa que los EE. UU. nunca tuvieron pruebas contra Samper y da a entender que todo fueron chismes, como la cantidad de rumores (también sin pruebas) que divulga contra importantes colombianos, entre ellos varios expresidentes. ¡Como puede ser representante de un país, potencia mundial, una persona tan irresponsable como ésta! Tan irresponsable que se atreve a hablar mal del hermano de Hillary Clinton a quien “casi lo encarcelan en la Florida por haber hecho unos chanchullos”. La señora hoy es “casi” presidente de su país y cuando él era embajador en Colombia era la esposa de su jefe. Además asegura que el hermano de la señora Clinton fue de los Cuerpos de Paz en Colombia y cuando se fue dejó varias novias, como Fernando Botero cuando estuvo preso.

Claro que para él Colombia es una “banana republic” porque su padre debió hablarle de las plantaciones de banano en el Magdalena cuando vino aquí en 1930 y trabajó con la United Fruit Company, dos años después de la matanza en Ciénaga. Por eso nos trató tan mal durante su misión, entrometiéndose en asuntos ajenos a sus funciones. ¡Como contrasta ese americano feo con otros diplomáticos del país del norte tan discretos como Busby (su antecesor, de quien también habla mal), McKinley, Brownfield, y el actual Whitaker!

¡Y qué tal con lo que cierra! Dice: “Colombia es ahora la heroína de Estados Unidos”.