El día siguiente de otro después

Existen muchos que ya se volvieron especialistas en el sistema electoral estadounidense. Ya saben que al presidente lo elige un Colegio Electoral que se reúne en cada estado de la Unión para decir lo que todo el mundo ya sabe. En esta ocasión, que el presidente es Biden y que derrotaron a Trump.

Pero hay otras cosas que nadie ha podido dilucidar en más de 200 años. Esa extraña Constitución es muy corta y ha tenido pocas modificaciones. Nació en la Convención de Filadelfia, evento para el cual convocaron a 55 delegados de los cuales 39 fueron los que finalmente la suscribieron. A ellos, las personalidades políticas de mayor relieve de la época, se les llamó padres fundadores. Estuvieron ausentes John Adams y Thomas Jefferson, representantes diplomáticos de los Estados Unidos en Reino Unido y en Francia; John Jay, quien era secretario de Asuntos Exteriores; Thomas Paine, que acababa de regresar de Inglaterra, y Patrick Henry, quien no quiso participar. Jamás en la historia de ese país hubo una asamblea con hombres de tanta experiencia, preparación, prestigio y autoridad.

La Convención eligió por unanimidad a George Washington como su presidente. Pero hay cosas que uno no entiende. ¿Será que los sabios también se equivocan?

Por una extraña razón las elecciones en ese país no se realizan un domingo, como sucede en la mayoría de los países del mundo, sino los martes. Pero hay algo más: ese Colegio Electoral se elige, por una ley federal de 1792, “el martes siguiente al primer lunes de noviembre”. ¿Por qué lo establecieron así? No se sabe.

Con la misma fórmula, el Colegio, también por una ley federal de 1934, se reúne “el lunes siguiente al segundo miércoles de diciembre”. ¿Por qué lo establecieron así? Tampoco se sabe.

Y pensar que este año el Niño Jesús nace el viernes siguiente al cuarto martes de diciembre.