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El pico y placa

Óscar Alarcón

13 de enero de 2020 - 09:08 a. m.

La restricción vehicular, más conocida como pico y placa, surgió en Bogotá y ha sido copiada por otras ciudades, como una medida tendiente a disminuir el número de carros en circulación, sobre todo de mayor congestión. El creciente número de vehículos particulares y la existencia de las mismas vías de hace 20 y 30 años originan a diario los célebres trancones. A ello se suma el hecho de que al ciudadano capitalino no se le ofrece un transporte masivo que le permita dejar el carro particular en casa, como sería un Transmilenio más eficiente y cómodo. El metro se ha venido aplazando desde hace más de 50 años y no se ha vuelto realidad —ojalá ahora sí— por politiquería y egoísmos de mandatarios distritales.

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Con todo el anterior panorama, no se entiende cómo ahora se propone modificar el pico y placa con una medida no para evitar la congestión, sino para aumentar las arcas del Distrito. Esa medida tuvo el propósito original de disminuir vehículos en la calle y no de recoger plata. Para justificarla dicen que al particular le resulta más económico pagar ese “impuesto” que comprar un segundo carro. Quienes han tenido el dinero para adquirir ese otro vehículo ya lo consiguieron y se benefician de movilizarse con carro permanente, contribuyendo a la consiguiente congestión de la ciudad. Luego estos ciudadanos no van a ser sujetos de la nueva imposición tributaria. Veremos nuevos usuarios que dejarán de utilizar el Transmilenio, “colinchársele” al vecino o transportarse en bicicleta, aumentando de esa manera los trancones habituales que se registran en la ciudad.

Esto demuestra que las autoridades capitalinas nos engañaron durante muchos años asegurándonos que el pico y placa contribuiría a reducir el número de carros en la calle, cuando ahora, con esos cobros, lo que buscan es pico y plata, es decir, más recursos para el Distrito. Ojalá la nueva alcaldesa revierta esa medida y la ciudad continúe con el propósito original. No creo que Claudia esté muy convencida de esa medida. Ella, estamos seguros, es más amiga del pico y pico… con Angélica.

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