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Galán y Villavicencio

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Óscar Alarcón
22 de agosto de 2023 - 02:05 a. m.
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El asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio nos recuerda la muerte de nuestro compatriota e igual aspirante presidencial Luis Carlos Galán, ocurrida el 18 de agosto de 1989. Qué casualidad, ambos en el mismo mes y con 34 años de diferencia. La situación que entonces se vivía en nuestro país era horrible. Dos días antes del atentado contra Galán, en Bogotá, en las horas de la mañana, también narcotraficantes dejaron sin vida al magistrado Carlos Valencia García, quien debía fallar un negocio contra Pablo Escobar. El asesinato de Galán fue posterior a los de Jaime Pardo Leal (1987) y José Antequera (1989), y anterior a los de Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro (1990), tres de ellos candidatos presidenciales. En el atentado a Antequera resultó herido y se salvó milagrosamente Ernesto Samper, quien años después sería candidato y luego presidente.

Repito, para nosotros fueron años horribles y hoy los están viviendo en el vecino país, donde ojalá no sean tan graves y repetitivos como los que nos tocó padecer. Galán sin duda iba a ser el presidente, lo mismo que Jorge Eliécer Gaitán, cuando el 9 de abril de 1948 cayó herido de muerte en el centro de Bogotá.

Si bien en nuestro país no han sido asesinados presidentes, como ha ocurrido en los Estados Unidos, sí nos hemos caracterizado, a raíz de ese espíritu violento del que hacen gala algunos sectores de la sociedad, por frustrar las ilusiones de otros sectores que sueñan con un país mejor y en paz. Esa ha sido la meta de la gran mayoría de los colombianos, pero en los últimos años una minoría, la que opera el narcotráfico, nos tiene condenados a una guerra que parece no tener fin. Lamentablemente los vecinos ecuatorianos parecen ir en el mismo camino, porque siempre lo que se imita es lo malo y jamás lo bueno.

La lucha contra el narcotráfico debe ser un propósito común de las naciones que han sido víctimas de ese desgraciado mal, jamás de batallas individuales.

En los pocos días que le faltan para entregar el poder, el presidente Lasso tendrá que ser un gobernante de correa, pero no Correa.

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Hernando(58851)23 de agosto de 2023 - 12:54 a. m.
Cuanto perjuicio, en todos los ordenes, ha causado, gratuitamente, el mal nacido negocio del narcotráfico, no más aquí en nuestro país y cuanto más tiempo tendremos que padecerlo para que, a algún gobierno, bendito, se le ocurra una forma, realmente efectiva y legal para resolver esta denigrante situación.
Eduardo(68946)22 de agosto de 2023 - 05:28 p. m.
A galán tampoco lo hubieran dejado gobernar,pero nos dejó dos muchachos que toda la vida quieren pelechar del estado
Giraldo(196)22 de agosto de 2023 - 04:07 p. m.
Ya lo dijo Fukuyama, hay que construir estados fuertes para contrarestar las fuerzas criminales en un mundo globalizado. En latinoamerica nos movimos en direccion contraria entregandole el estado a los banqueros y privados que ven en los narcos unos clientes mas con capital para invertir (construccion, tierras, franquicias, entretenimiento).
German(20426)22 de agosto de 2023 - 03:26 p. m.
no es tanto que nos imiten sino que también los están metiendo o los metieron en la misma tragedia. La lucha contra las drogas que beneficia a unos cuantos oligarcas, unos cuantos narcos hacendados tipo matarife (o al menos su familia, porque el es la oveja negra de la familia, es decir el santo)
Atenas(06773)22 de agosto de 2023 - 12:09 p. m.
Cierto, Oscarín. De esos aciagos tiempos nos quedaron 2 grandes y opuestas secuelas: una, la imborrable tragedia q’ nos significó el asesinato de Galán; y, dos, q’ pa muy negra suerte del país sobrevivió quien luego fue nefasto presidente y a ese cargo llegó con dineros de los narcos q’ mandaron a matar a aquel q’ tanto nos ilusionó, y pa más- como dice el tango- todavía sigue x ahí infestando esto con sus elogios al sofista Petro a objeto de q’ acabe de echarnos al abismo.
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