Gobernantes venezolanos

No resulta nada extraño lo que ha sucedido en Venezuela con la posesión de Maduro sin ganar las elecciones. Desde sus orígenes el país vecino se ha caracterizado por estar siempre dirigido por gobernantes llegados al poder mediante golpes de Estado. A finales del siglo XX (22 de octubre de 1899) el general Cipriano Castro, con su amigo Juan Vicente Gómez, derrotaron al general Ignacio Andrade y asumieron el poder. El primero se declaró presidente, y el segundo, vicepresidente. Aseguran que fue un presidente corrompido, rodeado de gente viciosa, lo que permitió al segundo ganar adeptos mientras que el otro los perdía. La vida desordenada del mandatario afectó su salud y comenzó a sufrir del colon, de las vías urinarias y los riñones.

Castro confiaba tanto en su amigo Juan Vicente que lo encargó de la Presidencia el 24 de noviembre de 1908, antes de viajar a Berlín, donde lo operaron. No volvería jamás porque su amigo no se lo permitió y a las pocas semanas el vicepresidente se posesionó como titular el 19 de diciembre.

Juan Vicente Gómez, a pesar de no ser militar, ha sido de los más emblemáticos dictadores venezolanos. Nació en la hacienda La Mulera, cerca de San Antonio del Táchira. Su vida, durante muchos años, fue la de un agricultor próspero que hizo tanta fortuna que le alcanzó para financiar la revuelta que llevó al poder a Cipriano Castro. No participaba en política, pero los hechos lo llevaron a gobernar con su amigo y luego solo.

Gobernó casi por treinta años hasta cuando falleció, de muerte natural, a mediados de diciembre de 1935. Aseguran que su fallecimiento lo “ocultaron” por varios días para hacerlo aparecer como si hubiera ocurrido el 17 —¡que coincidencia!—, la misma fecha de la muerte del libertador.

Luego no nos debe sorprender que Maduro, sin ser militar sino un conductor de masas —manejaba el metro—, sea un dictador que cuenta con Padrinos y militares que, por lo general, lo respaldan.