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La primera consulta que se hizo al pueblo colombiano fue en 1957, cuando se le preguntó si era partidario de gobiernos compartidos entre liberales y conservadores. Se planeó en plena dictadura de Rojas Pinilla y se organizó con la junta militar. Todo surgió cuando al presidente Alfonso López Pumarejo lo invitaron para asistir en Medellín a una reunión de la Comisión Acción Política, organismo que hacía las veces de dirección del liberalismo. Él les respondió con una carta en donde fijó su posición sobre el futuro de la nación y la necesidad de buscar fórmulas de entendimiento con el Partido Conservador y con el gobierno de las Fuerzas Armadas, “para devolver su sosiego al país y asegurarle su bienandanza democrática”.
Así comenzó el Frente Nacional y Alberto Lleras, quien era de la entraña de López Pumarejo, y acababa de dejar la Secretaría General de la OEA, lideró esa lucha y fue en busca del presidente depuesto, Laureano Gómez, quien se encontraba exilado en España.
Los dos se encontraron en Benidorm, un pueblo de la comunidad de Valencia, el 24 de julio de 1956, y ellos dos, en su calidad de voceros de los dos partidos históricos, firmaron la declaración que dio inicio al Frente Nacional. El 20 de julio del año siguiente, también en España, pero en Sitges, suscribieron otra declaración ratificando los términos y alcances de la primera.
El pueblo fue convocado a votar el 1º. de diciembre de 1957. Los votos afirmativos fueron 4’169.294 contra 206.864 votos en contra. Hubo 20.738 votos en blanco para un gran total de 4.394.090. Por primera vez votó la mujer y durante muchos años fue ese uno de los más altos índices de participación.
Esa fue la primera consulta que hubo en el país –que se llamó referendo–, en donde fijó el derrotero para los próximos dieciséis años. Se firmó en España, que entonces era una dictadura. Ella desapareció y después se convirtió en la dictadura más barata del mundo. Solo costó un Franco.
