Coincidieron el bicentenario del nacimiento de Rafael Núñez y el centenario de Guillermo Cano. Pero salvo esa coincidencia, se diferencian en que no tienen nada que ver porque el primero fue un político que no respetó la libertad de prensa y el segundo no hizo más que defender la democracia y ser víctima de los gobiernos que atentaron contra ella. El Espectador nació en 1887, al año siguiente de la Constitución de la Regeneración de Núñez y Caro y le aplicaron desde entonces, y en demasía, al diario fundado por Fidel Cano Gutiérrez, el famoso literal transitorio “k” de la Constitución de 1886: cierre, multa y hasta excomunición de la Iglesia (actuaban mancomunadamente).
A propósito de este diario y de Guillermo Cano, cuatro libros que ilustran su trayectoria acaban de aparecer. Uno de ellos Sin medias tintas (Aguilar), de Jorge Cardona, quien fuera editor de El Espectador, y María José Medellín Cano, nieta del inmolado periodista y del magistrado Carlos Medellín, asesinado en el holocausto del Palacio de Justicia. Este es un trabajo en donde repasan la historia de Colombia durante estos tres últimos siglos. Se ocupan de la Regeneración, de los gobiernos conservadores y liberales, del Frente Nacional, como también de los más recientes, así como de las batallas heroicas dadas por este diario, tras ser víctima de persecuciones, atropellos y hasta crímenes, como el del propio Cano, que fue uno de los varios que sufrió el medio.
Los otros libros, publicados por la Imprenta Nacional, son: El Maestro, perfil amplio y completo, escrito por Maryluz Vallejo, en donde describe a Cano como el gran exponente del oficio; El Periodista, una compilación de editoriales y notas de Guillermo Cano, hecha por Jorge Cardona, en donde no solo muestra su excelente manejo del idioma sino también su permanente defensa de las instituciones nacionales y del bien común; y Don Guillermo, una biografía ilustrada, obra de varios especialistas.
Por el contrario, al político Rafael Núñez hay que reconocerle su importancia, pero que sobre él no escriban en medias tintas.