Con motivo de la muerte del excandidato presidencial, Rodolfo Hernández, Néstor Humberto Martínez aseguró en su columna de El Tiempo que Marelen Castillo, su fórmula presidencial, vicerrectora de la Universidad Minuto de Dios, fue escogida por recomendación de Luis Mariano Montemayor, entonces nuncio apostólico. Fuentes del más allá tendrá el exfiscal para hacer esa aseveración, porque ella lo niega.
No es la primera vez que un nuncio se entromete en temas de nuestra Vicepresidencia. Luego del golpe de Estado de Marroquín contra el presidente Sanclemente, el general Rafael Reyes tenía sus reservas frente a su vicepresidente, Ramón González Valencia. Varias veces le pidió que renunciara, pero nada que lo complacía. Él, que estaba muy bien informado, se enteró de que este era muy religioso y que, ante la inminencia de una derrota en una de las batallas en que participaba como general, le rogó al Altísimo que lo ayudara a no ser derrotado con el ofrecimiento de que él haría voto de castidad de por vida. Así, Reyes acudió ante Francesco Ragonessi, nuncio de su santidad de la época, para que convenciera a González Valencia de dimitir. Se reunieron durante dos días en Duitama. Primero estaba reticente, pero después de que el enviado papal le ofreció revocarle los votos de castidad, el hombre cambió. Renunció de manera inmediata y el presidente Reyes quedó feliz. Y qué decir del general González, quien quedó tan alborozado que invitó a su esposa a una segunda luna de miel en Paipa, con baños termales incluidos.
La verdad es que Rodolfo Hernández escogió inicialmente a Paola Ochoa, quien no aceptó, y, tras barajar varios nombres, optó por Marelen Castillo, por señalamiento del más allá, según el exfiscal Martínez. Ese “matrimonio religioso” no dio para mucho. Rompieron muy pronto. Apenas duró un minuto de Dios.