Iniciado el gobierno de Petro comenzaron las críticas a la primera dama, Verónica Alcocer. Primero, con el vestido el día de la posesión; luego, porque se inmiscuía en algunos nombramientos; después, porque su despacho, que legalmente no existe, se llenó de “asesores”. Que se recuerde, el poder que ella ejerce no se había visto jamás en ninguna otra esposa de un jefe del Estado. Pero quizá solo haya una, doña Soledad Román, cónyuge del presidente Rafael Núñez. Y lo tuvo a pesar de que la sociedad mojigata de la época no aceptaba que el mandatario se hubiera casado con ella por lo civil, porque aún sobrevivía su primera esposa, la...
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