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El Ministerio de Relaciones Exteriores es el de mayor categoría e importancia en el gabinete, a pesar de que en la lista oficial el que aparece de primero es el del Interior, que antes se llamaba de Gobierno. Sin embargo, el hecho de tener a su cargo el manejo de las relaciones con los distintos países y gobiernos le da una condición especial que lo ubica como el más importante, que ha permitido que las más prestantes figuras del país lleguen allí luego de una larga trayectoria política y jurídica. Ha habido casos, como el de Enrique Olaya Herrera, quien ocupó el cargo luego de ser presidente de la República. En su momento se consideró como una gran jugada maestra del presidente López Pumarejo porque llegó Olaya a la Cancillería a defender y sacar adelante en el Congreso el Protocolo de Rio suscrito en su gobierno. Ese instrumento internacional puso fin al diferendo con el Perú.
Marco Fidel Suarez igual fue canciller antes de ser presidente, y comenzó a defender en el Congreso el tan controvertido tratado Urrutia-Thompson, suscrito con los EE. UU. después de la separación de Panamá. Eduardo Santos también fue canciller antes de ser presidente. Laureano Gómez igual ocupó el cargo en el gobierno de Mariano Ospina Pérez y le tocó retirarse tras la reorganización del gabinete por los hechos del 9 de abril. Después fue presidente.
Alfonso López Michelsen, en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, ingresó al oficialismo liberal luego de la aprobación de la reforma constitucional de 1968. Primero fue gobernador del Cesar y luego canciller. Después sería presidente de la República.
Lo anterior es un pequeño repaso de algunos cancilleres que le han dado brillo a tan importante cargo, a pesar de que ha habido casos, como el de Rafael Rivas Posada y Enrique Gaviria Liévano, quienes teniendo los conocimientos más que suficientes no llegaron a ese Ministerio. Hoy, por el contrario, las relaciones exteriores están en manos de una persona sin trayectoria, que debe demostrar que tiene los méritos para cumplir una buena labor y que el presidente Petro no se equivocó al designarla.
