Publicidad

Macrolingotes

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Óscar Alarcón
23 de junio de 2009 - 02:36 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

MUCHAS VECES HE VISTO UNA fotografía de García Márquez caminando por la carrera séptima al lado de un personaje de la época, con corbatín.

Hace diez días, en la edición dominical, este periódico la volvió a publicar y dijo que el acompañante era Jaime Lopera, quien en el gobierno de López Michelsen fue director del Servicio Civil, entidad hoy llamada de la Función Pública.

Ello dio lugar para que el tocayo, amigo y colega Óscar Domínguez le escribiera a Lopera una nota muy elogiosa y envidiosa por haber tenido éste la suerte de caminar en 1954 por una importante vía de Bogotá, con el futuro Nobel de Literatura. Sin embargo antes, cuando apareció la misma foto en otra publicación, se aseguró allí que el acompañante era el periodista de la UPI, Carlos J. Villar Borda, quien iba con su joven colega, de pronto a jugar billar. Yo eso se lo hice saber a Domínguez y las dos versiones dieron lugar a un sinnúmero de mails –¡no se imaginan cuántos!– en donde unos decían que era uno y otros que era el otro. Al final, el poeta José Luis Díaz Granados, uno de los más grandes gabólogos, gabiteros y gabólatras que existen, dio su versión según la cual el hombre del corbatín era Lopera y punto. También el propio personaje, contó la historia de la foto, sin dejar ninguna duda.

***

Si García Márquez no hubiera llegado al sitio adonde su maestría en la escritura lo ha llevado, y hoy fuera un pensionado de la Alcaldía de Aracataca, y la foto la hubieran publicado en la hoja parroquial de Armenia —de donde es Lopera—, las gentes del Quindío se preguntarían: “¿quién es ese costeño corroncho, de bigotes y de vestido bocadillo que se atrevió a posar con Jaime?”.

Porque Lopera ha sido un hombre importante. Decía que en el gobierno de López Michelsen fue director del Servicio Civil y era su secretario general el nortesantandereano Luis Felipe Zanna. En esos años hubo una huelga de los empleados oficiales que duró varias semanas. Todos estaban optimistas, porque decían que a ese movimiento “el gobierno Lopera… y lo zanna”.

 

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.